El capitalismo nos obliga al egoísmo y la exclusión: Alejandro Solalinde

  Guadalaja, Jal.- El defensor de los derechos humanos desde el sur del país, habló sobre las relaciones humanas, los valores, el capitalismo, la corrupción, el poder y el respeto a la conservación del medio ambiente   Trabajador incansable a favor de los derechos de los migrantes y un movilizador social en distintos ámbitos, siempre a favor de los sectores más vulnerables de la sociedad, Alejandro Solalinde ofreció una conferencia magistral dentro del Coloquio de Bibliotecarios en el marco de la FIL 2015.   [caption id="attachment_303443" align="alignleft" width="300"] México: el abismo de la desigualdad" dentro de las actividades de la Padre Alejandro Solalinde Guerra @FIL/Gilberto Torres[/caption] Puesto que el tema del encuentro bibliotecario es la inclusión social, Solalinde hizo énfasis en el amor incluyente, "los cristianos fallamos, somos excluyentes, las autoridades eclesiásticas también lo son, el poder de la Iglesia ha excluido a las personas".   Instó a los asistentes a saber descubrir las necesidades de las personas, este ejercicio supone fe y sucumbir al egoísmo para entonces pensar más en el otro, dejar de lado los falsos valores y los intereses propios para ver por los demás.   "El mundo actual está contaminado por los capitalistas, nos inclinan a unas relaciones interpersonales egoístas, pragmáticas, que se sirven de la persona para satisfacer sus intereses a costa de lo que sea. El sistema neoliberal capitalista y las estructuras nacidas de la modernidad son dominantes, explotadoras con gobiernos al servicio del capital, empleando la fuerza y hasta las cárceles para contener a los disidentes, son siglos de abuso y de trato desigual".   El abismo entre poderosos y débiles es inmenso, y propicia un ambiente de equidad mermando un mejor mañana a las próximas generaciones, lo que lleva al materialismo como regulador de las relaciones sociales, económicas y morales, que provocan el enriquecimiento desbordado y el empobrecimiento de las minorías.   Para el presbítero, originario de Texcoco, el consumismo está imponiéndose como parte de la cultura capitalista global, al provocar la destrucción ecológica y la alteración peligrosa de la naturaleza, con lo que se desconocen los derechos de las personas logrando una deshumanización en todos los sentidos.   Desde su perspectiva a favor de los migrantes es tal vez que menciona que la comercialización de las personas reducidas a mera mercancía es una cotidianidad en el mundo, que la libertad de los individuos es vista como un artículo de venta, la libertad es una moneda de cambio a fin de poseer propiedades, dinero y poder a costa de la trata de personas o el tráfico de órganos.   En algunas partes del mundo los estados totalitarios, el crimen organizado y las instituciones que se sirven de la gente motivan en muchas formas la violencia afectando sobre todo a los más vulnerables, por esto Solalinde urge a motivar una lectura diferente y más integral de la realidad, con nuevos referentes que conduzcan a soluciones más eficaces   "El consumo debiera ser racional, el capitalismo erosiona todo valor humano, no se trata de tener más sino de tener lo necesario, para el consumista las cosas y el dinero le dan poder".