Oaxaca, México.-Cuando el papa Francisco llegue a su cita en Nueva York, el próximo 25 de septiembre, lo primero que verá será el gran mural que el regio Israel Ochoa diseñó para enmarcar la única misa que el pontífice dará en la Gran Manzana.
El edificio donde se pintó este mural de 68 metros de largo por 28 metros de ancho está ubicado en la esquina de la Octava Avenida, junto a Penn Station y el Madison Square Garden, una zona que se conoce como el corazón de Mahattan.
Ochoa, diseñador de 31 años egresado de la
Maestría en Diseño Gráfico de la Universidad de Monterrey, forma parte de la organización DeSales Media, de la diócesis de Brooklyn, y para este trabajo partió de una fotografía del Papa tomada por el fotógrafo Giulio Napolitano para crear la imagen que, posteriormente, se convirtió en este mural.
“Mi aportación fue desde la creación del «look and feel», que implicó la elección de los colores, el icono que se muestra, y definir la fuerza que proyecta, y para eso tomamos la fotografía (de Giulio Napolitano), y discutimos esa imagen porque representa la personalidad del Santo Padre: en esta imagen se muestra sonriendo, y él siempre tiene una sonrisa para ti”, expresó en entrevista el diseñador originario de Monterrey, desde Nueva York.
El pintor estadounidense Van Hecht-Nilsen y tres personas más, entre ellas un costarricense, fueron los encargados de hacer realidad este diseño.
Vecino de la colonia Mitras Centro, Israel se define a sí mismo como una persona que ama lo que hace, que agradece cada oportunidad que se le presenta, que aprende de sus errores y de los errores de los demás y como una persona que sueña alto y que hace lo posible por alcanzar esos sueños.
Enfrentar los retos que se presentan es una constante en su vida y uno de los mayores ha sido el haber llegado a Nueva York, comenzar una carrera y construir una vida.
“Cuatro años atrás yo solo era una persona más en esta gran ciudad, buscando para vivir día a día y poder comer, enfrentando el no tener dinero, ni trabajo, ni familia ni amigos; y después, tener que trabajar de mesero por los días y diseñar durante la noche, lo cual puede llegar a ser muy desgastante y, si no tienes cuidado y enfoque en tus objetivos, las distracciones pueden envolverte y desviarte totalmente de tus metas”, indicó.
El diseñador regiomontano aseguró que ha tenido que superar la barrera del lenguaje y la del racismo, que le tocó enfrentar, lo que no fue suficiente para hacerlo renunciar de su objetivo.
“Conforme el tiempo pasaba, haciendo amigos, contactos, clientes, fui posicionándome poco a poco, y después llegó la oportunidad que había estado esperando”, agregó.
Sus trabajos de diseño se han publicado en revistas como Vogue y H&M, así como publicidad en la Quinta Avenida, diseños para campañas de Armani y programas de mano hechos en colaboración con el 9/11 Memorial & Museum, entre otros.
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Universidad de Monterrey