En "Duelo", Toledo deja constancia del México violento

  Distrito Federal.- Francisco Toledo (Juchitán, 1940) quiso dejar un testimonio de los desaparecidos y la violencia que existe en México en las obras que integran la exposición “Duelo”, en entrevista señaló que existe una contradicción en ésta, ya que si bien es un tema fuerte, en cada una de las piezas hay un lado estético que como artista no puede dejarlo a un lado. Después de que los medios de comunicación recorrieron la exposición, inaugurada la tarde de este jueves en el Museo de Arte Moderno (MAM), Toledo habló de lo que lo llevó a crear estas obras en cerámica en el Taller Canela en San Agustín, Etla. El Premio Nacional de Ciencias y Artes recordó que en la década de los años 70 del siglo pasado, participó estando en la Casa de la Cultura de Juchitán en el movimiento social de la Coalición Obrera, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI), desde donde palpó la violencia política. Y es que en su años en Istmo de Tehuantepec a Francisco Toledo se le acercaban las madres de familia, para buscar apoyo en él, al tener hijos desaparecidos, recuerda que le tocó vivir la desaparición del líder de la COCEI Víctor Yodo. Fue entonces cuando realizó una serie de grabados para exigir su aparición. “Llegue a tener una relación muy cercana con la mamá de Víctor Yodo, iba a comer a su casa, la visitaba, le daba ánimos, ella andaba tras de su hijo, buscándolo, la señora dejaba todo y se iba a donde le decían que podría estar, una historia terrible y dramática, su hijo nunca apareció”. El grabador zapoteco dijo que esta larga historia de violencia y desaparecidos lo llevó a hacer esta exposición. Ya que cuando se regresó a Europa todas estas imágenes y problemáticas, estaban en su pensamiento. “Me persiguieron siempre todas estas imágenes de gente sacrificada y ahora con lo que pasó en Ayotzinapa y Tlatlaya me puse a trabajar en el tema de gente que está amarrada, despedazada, orejas cortadas, claro con las orejas cortadas tenemos el antecedente del “Mocha orejas”, pero también recuerdo que de niño en la primaria estudiábamos historia de México, y uno se tenía que aprender las dinastías y emperadores aztecas, ahí también se veían que cuando regresaban de la guerra traían canastos llenos de orejas”. Al realizar las piezas que desde ayer se exhiben en el MAM, Toledo comentó que hubo momentos difíciles, sin embargo buscó cierta estética en cada una de las cerámicas. “Si hay un cráneo y se le pone un hoyo, como si fuera un balazo, buscaba ponerlo donde hubiera una buena composición, se busca esa parte estética cuando estas haciendo cerámica o pintura, pero con un tema tan terrible es curioso que siga habiendo la idea estética”. Agregó que lo mismo sucedía cuando colocaba el color de la sangre, “el rojo que pones tiene que ser adecuado, que no desentone con la arena, no sé, a pesar de todo sigue habiendo la preocupación estética y eso puede resultar un poco molesto también”. “Cuando estas en un tema que es tan doloroso, te das cuenta que a pesar del dolor hay una cosa estética que no puedes dejar a un lado”. Con más de un centenar de obras, Francisco Toledo, regresó al MAM después de más de tres décadas de haber expuesto en este espacio, “Duelo” es una muestra por los desaparecidos del país. Sobre Duelo La muestra integrada por un centenar de piezas de cerámica, permanecerá abierta al del 22 de octubre de 2015 al 14 de marzo de 2016 Esta nueva serie de Francisco Toledo es una reacción emocional, moral y de indignación ante el mundo que nos rodea y la situación que se vive en la actualidad. En la actual muestra, el maestro Toledo conserva elementos de su repertorio iconográfico, como los bestiarios, y por otro lado hace referencias muy directas al sufrimiento a través de diversas imágenes, entre las que sobresalen las sogas, las urnas, los rostros sin ojos y las expresiones de dolor. Otro rasgo peculiar de la exposición, de los muchos que podrá descubrir el público, es que en cada una de las piezas aparece el color rojo, sin olvidar que todos los objetos tienen cualidades estéticas innegables. Toda la serie mantiene una unidad y un equilibrio.