Oaxaca, Oax.- Más de 90 años han pasado desde que se estrenó La historia del soldado, una puesta en escena creada por el compositor Igor Stravinsky en 1917 y que este fin de semana —y por primera vez— se presentó en esta capital como parte de Instrumenta Oaxaca 2015 y el Festival Eduardo Mata.
La compañía MxTeatro Oaxaca, bajo la dirección de María Morett, se encargó de llevar a cabo las cinco funciones —desde el viernes pasado hasta este lunes—, que se presentaron en el Teatro Macedonio Alcalá. La primera de ellas fue una transición que unió las actividades de Instrumenta Oaxaca y el inicio del Festival Eduardo Mata.
La obra logró reunir a un gran número de espectadores que revivieron una historia basada en varios cuentos populares rusos de la antología de A.N. Afanásiev (1826-1871). Franz Ferdinand Ramuz escribió en francés un libreto en verso para narrador, dos actores y bailarina sobre un soldado (Juan) que le vende su alma, representada en un maltrecho violín, al Diablo (disfrazado de viejo con una red de mariposas en la mano), a cambio de un libro que lo hará rico. Pero el soldado no sabe leer y el Diablo no sabe tocar el violín. Así que deciden pasar tres días juntos para enseñarse mutuamente.
La primera función de la obra, en donde el público abarrotó el teatro y mucha gente se quedó con ganas de verla, se realizó con una narración en francés a cargo de Pierre-Arnaud Le Guérine, como el narrador principal; Marco Hegewisch, en la voz del soldado; y Mathias Mille, como la voz del Diablo. En esa noche de viernes, la célebre obra del músico ruso Igor Stravinsky fue ejecutada por el Ensamble Contemporáneo de Oaxaca (ECO), bajo la dirección del inglés Nigel Shore.
La producción conjunta de Instrumenta Oaxaca 2015 y el Festival Eduardo Mata, MxTeatro Oaxaca y la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca, también contó con la presencia de Rosario Ordoñez, Gerardo Robles e Ixel Pérez, y otros bailarines que protagonizaron las secuencias coreográficas que el público disfrutó acompañado del diseño multimedia de Philippe Amand y la iluminación de Álvaro Hegewisch.
En el resto de la presentaciones, realizadas el domingo y lunes pasado, Pedro Cervantes tomó el lugar y la batuta de Shore para dirigir a Sócrates Juárez Urbieta, violín; Jaqueline Zárate Antonio, fagot; Julián Mendoza García, clarinete; Guillermo Moisés Casas Aragón, contrabajo; Gabriel Jiménez Figueroa, trombón; Rodolfo Díaz Méndez, trompeta; y Víctor Hugo Ruiz Martínez, percusión, todos integrantes del ECO.
En 1917, cuando Igor Stravinsky (1882-1971) escribió La historia del soldado, vivía tiempos difíciles. Tras el estreno del ballet La consagración de la primavera (1913), que lo convirtió en estandarte de la vanguardia musical francesa, huyó de su querido París a causa de la Primera Guerra Mundial. Se exilió en Lausana (Suiza). Ahí recibió la noticia de las muertes sucesivas de su nana, Berthe, y su hermano. Estaba solo y ansioso. Sin energía para pensar en música. Además no tenía dinero.
La historia dejó un buen sabor de boca en cada uno de los asistentes, al final, en una breve encuesta, resaltaron el ensamble logrado por los músicos, los narradores y los bailarines.