Por: Silvia Núñez Esquer, corresponsal
Cimacnoticias | Hermosillo, Son.-Virginia Duarte Gamboa es una mujer que dejó la localidad de Topahue, en el estado de Sonora, para venir a esta capital estatal acompañando a su hijo que cursaría la preparatoria.
Hoy día, radica de nuevo en ese pueblo, a 43 kilómetros de Hermosillo, haciéndose cargo de los dos hijos que su hija Karla dejara cuando perdió la vida en un percance automovilístico el pasado 5 de mayo.
Hace mes y medio que Karla Irene Duarte Duarte, una de las principales activistas por el derecho al agua limpia en el río Sonora –contaminado por un derrame de metales pesados cometido por una minera de Grupo México, en agosto de 2014–, pereció cuando transitaba por el municipio de Baviácora con tres de sus compañeros de lucha.
El automóvil en el que viajaban volcó y Karla sufrió la peor parte, pues se salió del vehículo y perdió la vida. Otro compañero quedó gravemente lesionado, pero a la fecha está fuera de peligro.
Aunque no fueron claras las razones del accidente, a Virginia Duarte no le interesa conocer los detalles de si éste se produjo de manera fortuita, si sufrió alguna falla mecánica casual, o si –como se afirmó al principio– fue provocado.
Esa última versión surgió en entrevista periodística con Antonio Navarrete, minero de la sección 65 de Cananea, organización sindical propietaria del carro averiado.
El sindicalista narró que un comandante del municipio de Aconchi, población donde se realizó la diligencia del Ministerio Público, comentó que todo estaba “muy raro”, pues los birlos de los rines estaban “capados” y sueltos, lo que suscitó que las llantas se salieran.
Pero Virginia prefiere recordar a su hija como la mujer fuerte, líder, optimista, alegre y tesonera que fue. No quiere que su muerte sea en vano, por lo que ella reforzó su participación como activista en el Frente Unido Todos Contra Grupo México, al cual sus correligionarios han llamado Karla Duarte, honrando a su hija fallecida.
Y es que desde niña ella demostró que no le gustaban las injusticias, recuerda Virginia.
Karla Duarte se sostuvo de día y de noche durante dos meses en el plantón de Los Patos, en Cananea, y se distinguió como una mujer de decisiones, integrándose a la lucha que beneficiaría no sólo a ella y su familia sino a todas las personas afectadas.
“Luchó mucho; ella fue la que hizo las primeras paradas de la carretera para que nos incluyeran en el fideicomiso del río Sonora, porque no querían”, narra la madre.
Minutos antes de su muerte había participado en la reunión informativa pública de Baviácora, donde ella y otros integrantes de la comisión de activistas que se entrevistó en la Ciudad de México con la comisión especial de diputados para atender el envenenamiento del río Sonora, informaban los resultados de esa gestión y recogían las inquietudes de las y los pobladores.
Diez días después de la muerte de Karla, la comisión de legisladores se desintegró como otras 37 sin haber cumplido las promesas que hicieran a los representantes de las y los afectados por la contaminación del río Sonora.
Karla Duarte nació en Ures, pero siempre vivió en Topahue, por eso lo quería tanto. Fue su terruño, el escenario de sus juegos infantiles y de sus muestras de liderazgo.
Por esa personalidad que le caracterizaba no reparó en reunir a la gente en la plaza pública del pueblo para hacerles ver que el suyo era también parte del río y que su vida también estaba en riesgo con el macro derrame de metales pesados perpetrado por la minera Buena Vista del Cobre.
Fue ella quien alertó que la atención que supuestamente darían a la población afectada contemplaba sólo siete pueblos, y que Topahue no figuraba entre ellos por pertenecer al municipio de Hermosillo, aunque se ubica a la rivera del río. “Por ella nos metieron al fideicomiso”, asegura su madre.
Virginia no ha vuelto al plantón en Los Patos, como lo hacía cada semana antes de la partida de su hija. “Para mí Karla sigue en Cananea; cuando sienta que de plano ya no va a volver, entonces iré a Cananea. Yo digo que ella está allá, es mi consuelo”, asegura la afligida madre.
Justo la noticia del fallecimiento de su hija le llegó cuando arribaba a Cananea, siendo media hora antes cuando habló por última vez con ella.
Lo que recuerda de esa charla es que les había ido muy bien en la Ciudad de México con la comisión de diputados, por lo que Karla estaba muy contenta.
Al regresar de la reunión en San Lázaro, organizaron un desayuno en Topahue, pero lamenta que no pudieron platicar a profundidad pues la reunión era para toda la gente que asistió a darle la bienvenida y en donde Karla les inyectó optimismo, pues consideraba que sus demandas quedarían resueltas, gracias a las gestiones con la comisión legislativa.
Como su vida, la comisión en la que tanto Karla confiaba, desaparecería sin ninguna explicación, igual que la del caso Ayotzinapa y otros.
“Era muy luchona, vendía raspados y todo lo que podía. Estudió secretariado, pero nunca le gustó ser secretaria, más bien le gustaba trabajar por la gente, defender las causas justas”, describe su madre.
Los siete municipios afectados por el derrame son: Arizpe, Banámichi, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora, Ures y Hermosillo.
A partir de que la luchadora social decidió impulsar que se incluyera a Topahue como parte del municipio de Hermosillo se dio a conocer como parte de la cabeza del movimiento.
Fue conocida por las acciones de protesta y presión para ser considerados como afectados, lo cual logró con el apoyo de su pueblo. Como reconocimiento a su liderazgo, pronto se convirtió en vocera del movimiento que hoy lleva su nombre.
Al ser madre soltera luchaba por sus dos hijos de 16 y seis años de edad, y “por los hijos de los demás”, expresaba cuando tomaba el micrófono. Y siempre agregaba algún ingrediente que contagiaba de ánimo y confianza a todas y todos los activistas afectados por la contaminación del río Sonora.
Seguido se le escuchaba decir: “Ya casi alcanzamos el triunfo, no se alejen, hay que seguir luchando. Al contrario, inviten a más mujeres. Somos nosotras las que principalmente cuidamos y luchamos por la salud de nuestros hijos e hijas, y por los hijos de todos”.
En homenaje a esta joven luchadora social a la que sólo la muerte pudo parar, sus compañeras y compañeros de causa decidieron bautizar con su nombre la organización ciudadana que lucha por agua limpia en el río Sonora, y por la salida de Grupo México del estado, por lo que ahora se llama Frente Unido Karla Duarte Todos Contra Grupo México. Sin duda, Topahue la extraña.