Oaxaca.- A diez años de la primera edición de “Los demonios del edén/ El poder que protege a la pornografía infantil”, su autora, la periodista Lydia Cacho, presentó este sábado la nueva edición relanzada este año con tres nuevos capítulos, en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), acompañado de la escritora y activista Margarita Dalton Palomo.
Lydia Cacho (México D.F., 1963), la periodista que reveló en esta publicación la red de pornografía infantil que operaba desde Cancún dirigida por el empresario libanés Jean Succar Kuri, expuso que no es fácil combatir este delito en un país como México donde, según datos de la experta Teresa Ulloa, han sido incluidas las ganancias de la prostitución y el comercio sexual dentro del Producto Interno Bruto (PIB).
“¿Cómo combatir la corrupción, la pornografía infantil y la trata de personas en un Estado proxeneta, en un estado padrote?”, externó.
Sin embargo, consideró que no todo está perdido, que en su opinión hay esperanza siempre que se haga la denuncia pública y la ciudadanía se movilice para presionar a las autoridades, como sucedió con la publicación de su libro que logró evitar la impunidad.
En el caso de Jean Succar Kuri, recordó que se encuentra preso desde 2005 y en 2011 fue sentenciado a 112 años de prisión por cargos de pornografía infantil.
Por lo que respecta a Kamel Nacif, aunque no está en la cárcel, él mismo ha declarado haber perdido más de 600 millones de dólares en oportunidades de negocios que le han cerrado las puertas en el mundo por la mala reputación que organizaciones civiles se han encargado de difundir a través de las redes sociales.
“En internet no solo se ve la pornografía; también viaja la ola de los derechos humanos por todo el mundo. Kamel Nacif tiene ahora un castigo mayor que cinco años de prisión, que a donde quiera que vaya es conocido y señalado”, indicó.
Por lo que toca al llamado “Gober precioso”, Mario Marín, que colaboró con los pederastas para detener ilegalmente y torturar a Lydia Chacho a fin de acallarla, señaló que también ha perdido credibilidad por lo que se le han cerrado espacios en la vida política.
Por eso, comentó, para ella era muy importante escribir este libro para explicar cómo funciona, quiénes intervienen, cómo viven la pederastia los niños y las niñas, pero también le interesaba contribuir para lograr hacer justicia a las víctimas, y este último propósito, dijo, se lo planteó después de una entrevista para su libro.
“Me decidí a hacer este libro después de entrevistar a una de las víctimas, una niña de once años que no quería hablar con nadie y pidió hablar únicamente conmigo. Cuando platicamos, me dijo que me eligió a mí porque le parecía que yo sí la iba a defender, y dijo que me contaría lo que había vivido sólo si yo le aseguraba que iba a evitar que sus agresores tocarán a otras niñas”, relató.
Fue así como, recordó la también autora de los libros “Memoria de la infamia” y “Las esclavas del poder”, inició sus investigaciones hasta llegar a la red de pederastia que dirigía el Succar Kuri.
“Para mí se convirtió en una tarea de exploración sobre la violación de los derechos humanos de los niños y las niñas pero también para buscar justica a los culpables. Justamente ellos ya no tienen el poder, perdieron la fuerza moral y eso es importante”.
Por tal motivo convocó a la ciudadanía a informarse y respaldar el trabajo de denuncia de los periodistas que “Queremos que la sociedad escuche y comprenda a quienes hacemos un esfuerzo todos los días por ser las mejores personas que hagan el mejor trabajo, en un país que no quiere defender la libertad de expresión en un país que constantemente limita la libertad de información”.
Su caso ha sido exitoso, dijo, porque se logró hacer justicia y ella sigue trabajando en el mismo tema de la denuncia, a diferencia de 77 periodistas mexicanos que han sido asesinados para cancelar libertad de información.