Por: Anaiz Zamora Márquez, enviada
Cimacnoticias | Ciudad Juárez, Chih.- El feminicidio en esta urbe fronteriza no es una leyenda que la sociedad civil inventó para destruir la imagen de la comunidad, tampoco es un fenómeno del pasado que ya se haya resuelto pese a dos décadas de discursos de buenas intenciones de las autoridades mexicanas.
Las jóvenes que han perdido la vida ante la inacción del Estado por protegerlas, no son números de expedientes, son personas a las que sus sueños les fueron arrebatados.
Así lo hicieron saber a las autoridades judiciales de Chihuahua las madres de 11 jóvenes desaparecidas entre 2009 y 2010, en el centro de esta urbe, para ser explotadas sexualmente y cuyos restos fueron localizados en el Valle de Juárez.
Las madres en esta ocasión representan a los cientos de familias que han vivido el dolor por la desaparición de una hija.
El reclamo fue para las juezas María Catalina Ruiz Pacheco, Emma Terán Murillo y Myrna Luz Rocha Pineda, quienes están a punto de resolver el juicio oral 267/2014, el primer proceso penal en la historia judicial de Chihuahua que abre la puerta para que se reconozca plenamente que en la entidad existe el feminicidio, negado por las autoridades durante más de 20 años.
En abril pasado iniciaron las audiencias de debate del juicio oral contra Jesús Hernández Martínez, César Félix Romero Esparza, Édgar Jesús Regalado Villa, José Antonio Contreras Terrazas, Manuel Vital Anguiano y José Gerardo Puentes Alva, señalados como presuntos responsables de los delitos de trata de personas y homicidio agravado en contra de estas 11 jóvenes.
Se esperaba que luego de tres meses de audiencias –en las que han participado más de 180 testigos y se ha evidenciado la colusión entre bandas del crimen organizado y dependencias de gobierno– las juezas emitieran finalmente un fallo este martes 14 de julio.
Ante ello, las madres de las jóvenes, acompañadas de las mamás de otras mujeres que aún están en calidad de desaparecidas, así como de familiares “que comparten el mismo dolor de haber perdido a sus niñas”, y con el apoyo de académicas y activistas, realizaron el evento “Ecos de Justicia” a las puertas de la llamada Ciudad Judicial, sede del Tribunal Superior de Justicia en Juárez.
“Nuestras hijas no nacieron sin causa, nacieron para que tuviéramos fe, para que lucháramos por ellas y apoyáramos a otras madres en su exigencia de justicia”, dijeron estas mujeres para recordarle a las juezas que sus hijas eran jóvenes llenas de sueños y planes de vida, y no “sólo los huesitos que nos entregaron de ellas, que fue lo único que encontraron”.
Susana Montes Rodríguez, madre de María Guadalupe Pérez Montes, explicó que a su hija no sólo le habían arrebatado la vida, sino también le habían violado todos sus Derechos Humanos: “Todas las personas tenemos derecho a caminar seguras en las calles, y yo le pregunto a las autoridades: ¿dónde estaban esos derechos cuando a mi hija la agarraron en la calle y le hicieron todo lo que le hicieron?”.
“Quiero justicia, pero también quiero respeto; por buscar a nuestras hijas y reclamar sus derechos recibimos amenazas, burlas, críticas; y quiero decirles que esto sigue sucediendo porque no hay justicia”, reclamó Elvira González Vaquero, madre de Perla Ivonne Aguirre González.
Carmen Castillo Salazar, mamá de Mónica Liliana Delgado Castillo, tomó la palabra para decir que ninguna de las madres debería estar ahí, “y así como a mi hija le arrebataron sus sueños, a mí me quitaron el derecho de ser feliz y de tener tranquilidad en mi casa, se llevaron a mi hija y se llevaron hasta mi salud”.
En tanto, Imelda Marrufo, de la Red Mesa de Mujeres, enfatizó que la exigencia de justicia no sólo es para estas 11 jóvenes desaparecidas, ya que en el Valle de Juárez se han identificado los restos de entre 21 y 28 víctimas, al mismo tiempo que muchas madres continúan reclamando la localización con vida de sus hijas.
A lo que se suma que durante el juicio se han conocido “hechos delictivos aterradores de mujeres que no tenemos conocimiento de quiénes fueron, ni cómo se llamaban, pero que también fueron asesinadas”.
Al recordar que en los testimonios de sobrevivientes de trata de personas se denunció la participación de funcionarios de diversos ámbitos y niveles de gobierno (desde agentes federales hasta estatales), Marrufo subrayó que se seguirá reclamando que se investiguen a estos niveles de gobierno.
En la protesta, las madres cantaron y elevaron globos blancos al cielo para representar que sus hijas son la esperanza de muchas otras mujeres.
Este martes fueron presentados los alegatos finales de la parte acusadora, es decir la Fiscalía estatal de Delitos contra la Mujer por Razones de Género, que presentó ante las juezas la forma en la que se acreditan los crímenes en cada una de las historias de las víctimas.
Así también los coadyuvantes, representados por la Red Mesa de Mujeres, presentaron sus conclusiones del caso, haciendo énfasis en el contexto de violencia de género que se vive en la entidad desde los años 90, así como en la necesidad de permitir el acceso a la justicia a todas las víctimas, y no sólo a estas 11 jóvenes.
Tras ello, las juezas decretaron un receso para que el juicio continuara ayer miércoles.
Las madres esperaron un día más por la respuesta del Tribunal. Al igual que lo han hecho durante todo el proceso, las mujeres se dieron cita muy temprano en la Ciudad Judicial para presenciar cómo las autoridades de Chihuahua “daban un paso más” para garantizar justicia a las cientos de jóvenes asesinadas.
No obstante, el Tribunal decretó un nuevo receso para reanudar la audiencia hasta mañana viernes, luego de que la defensa de los acusados alegó sentirse “en desventaja” para presentar sus conclusiones.
“Hemos esperado cinco años para llegar a este punto, podemos esperar dos días más; hasta el día en que perdamos la vida seguiremos exigiendo justicia y reparación del daño por nuestras hijas; por ellas haremos todo lo que sea posible”, expresaron las madres ante la nueva espera.
Se prevé que este viernes la defensa de los imputados presente sus alegatos finales, tras lo cual se decretara un breve receso para que el Tribunal delibere y emita su veredicto.