Por: Anaiz Zamora Márquez/ Cimacnoticias
Oaxaca.-El Monumento al Ángel de la Independencia fue mudo testigo de la reyerta entre activistas y representantes de partidos políticos, que pretendían ocupar Paseo de la Reforma para hacer manifestaciones simultáneas pero no conjuntas con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
Y es que el día emblemático y en memoria de las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Mirabal, asesinadas en 1960 durante la dictadura de Rafael Trujillo, en República Dominicana, fue disputado por quienes salieron a las calles a manifestar su rechazo a la violencia de género, y también por quienes utilizaron la jornada como plataforma política.
Según el testimonio de quienes acudieron a la protesta de ayer, en una de las “manifestaciones” estaba la actriz de telenovelas y diputada federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) Carmen Salinas, quien regalaba playeras alusivas a “la conmemoración”.
En paralelo, al filo del mediodía, un grupo de jóvenes activistas colocó frente a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), en la céntrica colonia Doctores, “un tendedero” para exigir justicia por los casos de violencia que la autoridades capitalinas se niegan a investigar, o en los cuales realizan indagaciones “subjetivas” o “culpabilizan a las víctimas”.
Después, a las 4 de la tarde, las inmediaciones del Ángel de la Independencia fueron ocupadas por diferentes organizaciones, entre sindicatos, grupos socialistas y representaciones de partidos, así como ex legisladoras locales.
Entre las participantes ciudadanas estaba María Magdalena Velarde Tepoz, madre de una joven habitante de Cuautitlán Izcalli, Estado de México, y quien narró a Cimacnoticias que según las investigaciones judiciales su hija “se suicidó”, aunque hubo evidencias de violencia física por parte de su pareja y además muchas de las pruebas del caso “se perdieron”, agregó.
Como parte del contingente que marchó sobre Reforma hasta el Hemiciclo a Juárez, mujeres activistas portaban 32 cruces de metal de color rosa que simbolizaban la violencia que viven las mujeres en todas las entidades del país.
También desfilaron mujeres con cruces simbólicas de las agresiones más graves que viven las mexicanas, como la violencia obstétrica o la trata de personas con fines de explotación sexual; entre esas cruces había una en memoria de todas las periodistas que han perdido la vida, así como de las migrantes que fueron asesinadas en el territorio nacional.
El contingente llegó al Hemiciclo a Juárez donde los “Congresos Popular y Ciudadano” del Distrito Federal hicieron un llamado enérgico, para lograr un desarrollo urbano con perspectiva de género.
PROTESTA, SEÑAL DE HARTAZGO
Desde 1999, el 25 de noviembre es una jornada internacional para exigir un alto a las múltiples formas de violencia que enfrentan las mujeres, agresiones que muchas veces son “normalizadas” y que no son atendidas de manera integral por las leyes y las políticas públicas.
De acuerdo con cifras oficiales y de grupos civiles, México es un país donde las mujeres no pueden acceder a su Derecho Humano a vivir libres de violencia, son violentadas en todas las etapas y ámbitos de sus vidas.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que 63 de cada 100 mujeres de 15 años de edad y más han sido víctimas de algún incidente de violencia, ya sea por parte de su pareja o de cualquier otra persona.
Entre 2013 y 2014, a diario fueron asesinadas siete mujeres. Las tasas de defunciones por homicidio de mujeres más altas se ubican entre 13 y seis defunciones por cada 100 mil mujeres en los estados de Guerrero, Chihuahua, Coahuila, Zacatecas, Morelos y Durango.