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Oaxaca, México.-La basura generada en zonas terrestres va a parar a los Océanos, impacta al mar profundo y de esta manera
se forman basureros marinos, alertó Adolfo Gracia Gasca, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El también coordinador del Consejo Académico de Ciencias Biológicas, Químicas y de Salud de esta casa de estudios destacó el riesgo de afectar a organismos susceptibles como corales de aguas frías, que crecen entre uno a dos milímetros al año y pueden destruirse en un segundo.
Por ejemplo, “hemos encontrado percebes, crustáceos que se fijan a sustratos duros, a grandes profundidades sobre botellas de cerveza, porque se adhieren a cualquier superficie con el fin de sobrevivir” y así se generan basureros en el fondo marino.
En un comunicado de la UNAM, dio a conocer que el buque universitario Justo Sierra ha sido esencial para la cobertura, indagación y fines de conservación. Refirió que en una estación de muestreo en el Golfo de México sus redes de arrastre han encontrado tenis a más de medio kilómetro de profundidad.
El universitario y su equipo han estudiado en forma sistemática la biodiversidad del mar profundo del Golfo de México en el talud continental, entre 300 y mil 200 metros de profundidad, donde han obtenido muestras de mega invertebrados, peces y otros organismos, desde la frontera con Estados Unidos hasta el Mar Caribe.
Los esfuerzos realizados por este grupo han conformado un acervo único de biodiversidad de fondos suaves de esas aguas. Además, los estudios se complementan con investigaciones anteriores realizadas también por el equipo de investigación en zonas más someras de la plataforma continental.
“Hemos analizado peces, equinodermos, moluscos y crustáceos, incluso se han descubierto recursos pesqueros potenciales; esto es parte del proyecto Biodiversidad y recursos pesqueros de mar profundo del Golfo de México”.
“De hecho, como hemos cubierto de forma exploratoria todo el Golfo, ahora avanzamos a otra etapa, la de entender e interpretar los procesos ecológicos”, dijo.
Por estas exploraciones se han podido registrar 140 especies de peces, 110 de equinodermos, 112 de crustáceos y 40 de moluscos.
Asimismo se han descubierto cuatro nuevas especies y dos géneros nuevos para la ciencia de crustáceos, además de enriquecer la Colección Nacional de Equinodermos del ICMyL, la Colección Nacional de Peces del Instituto de Biología y la de la Universidad Autónoma Metropolitana Iztapalapa.
Continuamos con el proyecto, pero nuestra indagación ya no es sólo con fines de exploración, pues se enfoca a dar respuesta a interrogantes sobre la ecología de este ecosistema, indicó.
El mar profundo es un entorno frágil y complejo que requiere de conocimiento preciso de su estructura y funcionamiento para su posible utilización y conservación, más ahora que existe un interés claro en emplear sus recursos, principalmente energéticos, expuso