Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca.- El gobierno de Peña Nieto modificó la para que Televisa y TVAzteca no devuelvan el 4.5 megahertz de la banda 900 en el espectro de las telecomunicaciones para que continúen su usufructo millonario y mantener el control de la sociedad con el atraso del apagón analógico que ha representado un robo a la nación de casi 23 mil millones de pesos en la compra de televisores.
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Jenaro Villamil con el periodista Renato Galicia en la presentación del libro "La caida del Telepresidente". Foto/FILO 2015[/caption]
Es el periodista Jerano Villamil, quien denuncia con sus investigaciones, el lado negro y corrupto del gobierno salido de las filas del Grupo Atlacomulco en el ámbito de la explotación de un bien nacional como son las telecomunicaciones a manos de empresas privadas
Villamil presentó “La caída del Telepresidente” su más reciente investigación convertida a libro en la Feria Internacional del Libro de Oaxaca 2015 (FILO), en el que describe paso por paso, cómo Peña Nieto ha puesto el Poder Ejecutivo de México al servicio de las familias que controlan las dos principales televisoras en el país.
Explicó que Peña Nieto modificó una estrategia contemplada en el acuerdo firmado en julio del 2004 para que México pasara de la era analógica a la digital en diciembre del 2015 con la entrega de decodificadores en todos los hogares mexicanos.
Sin embargo, agregó, bajo el mandato de las televisoras, el gobierno peñista optó por la entrega de más de catorce millones de televisores que fueron adquirido en licitaciones opacas a las Diamond Milenio y Foxcon, dos empresas absolutamente desconocidas en el mercado.
“Este es el programa más caro de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes porque ha gastado 23 mil millones de pesos en la compra de ptevisores que además tienen un sobre costo de 30 por ciento ya que se adquirieron entre 3 mil 2 mil 300pesos por unidad”, precisó.
Jenaro Villamil quien se ha especializado en los temas de telecomunicaciones, y creador del blog Homozappieng, exponen que la doble intención de la Telepresidencia al frenar el apagón analógico es el control de la ciudadanía para mantenerla ignorante y sin acceso a una banda ancha que le daría más herramientas para ejercer su libertad de espresión y los intereses político mercantiles de las televisoras y Peña Nieto.
“El asunto es que para entra en la era digital, las televisoras deben de liberar 4.5 del espectro de la llamada banda 700. Todas las señales de radio y televisión tienen un ancho de banda de seis megahertz y al transitar a lo digital, ésta banda se comprime, lo que significa que se liberan de 4 a 4.5 megahertz, que son los más importantes de la promoción de banda ancha móvil”.
Jenaro Villamil detalla que Peña Nieto está frenando es que la ciudadanía
pueda tener internet móvil “y ese es el asunto de intereses mercantiles y de control ciudadano porque se está viendo a una sociedad activa, a pesar de tener un rezago del 60 por ciento de banda ancha en México”.
Y va más allá
“Ustedes imaginen si este rezago disminuye, con lo que los 4.5 megahertz de banda ancha deben liberar Televisa y TVAzteca. La ciudadanía tendría accesos a crear su propia radio, televisión, crear sus contenidos informativos y hasta sus propios servicios financieros, culturales que se pueden dar a través de internet”
Por eso, Villamil denuncia que “lo que frena la Presidencia y de las televisoras, no es solo que se tenga una mejor señal con la transmisión digital, sino que se está impidiendo que México entre al modelo más avanzado de banda ancha con fines muy oscuros”.
Indicó que a pesar del gasto excesivo en la compra de televisores, que supuestamente investiga la Secretaria de la Función Pública (SFP), la SCT no ha alcanzado a repartir el total de televisores, incumpliendo con la ley que ellos mismo modificaron.
Y añade un elemento más a este negocio de la Telepresidencia:
“Curiosamente los estados que faltan en la entrega, son los más pobre y marginados geográficamente y en los habrá procesos electorales en 2016, como Oaxaca- Entonces lo que fue una determinación de mejoramiento tecnológico para el país, se convirtió en un negocio económico, político y ahora electora”.