Oaxaca.-De acuerdo al análisis titulado “Desigualdad extrema en México. Concentración del poder económico y político”, realizado por Gerardo Esquivel Hernández, doctor en economía, profesor e investigador del Colegio de México (Colmex), entre 2007 y 2012, la cantidad de millonarios en nuestro país, creció 32% cuando, en el resto del mundo, disminuyó 0.3%. Estos datos contrastan significativamente con los aportados hace algunos meses por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), que señalan que en lo que va de la administración de Peña Nieto, la población en condiciones de pobreza creció 2 millones y más de 23 millones de mexicanos no pueden adquirir una canasta básica. En el texto, el profesor sostiene que la obtención de datos oficiales sobre la clase más alta, es prácticamente imposible, por lo que hizo uso de declaraciones fiscales y métodos estadísticos para obtener las valoraciones que arrojaron que en México, el 21% de los ingresos totales de la nación van a parar a las manos del 1% de la población. Además, el estudio revela que hay 16 multimillonarios en territorio mexicano, cuyas fortunas pasaron de 25 mil 600 millones de dólares, en 2006, a 142 mil 900 millones en la actualidad. “Uno de los grandes problemas reside en que nuestra política fiscal, favorece a quien más tiene. No es de ninguna manera progresiva, y el efecto redistributivo resulta casi nulo. Por gravar consumo por encima del ingreso, las familias pobres, al gastar un porcentaje más alto de su ingreso, terminan por pagar más que las ricas”, explicó Esquivel. Respecto a la política social implementada por el Estado mexicano, el docente sostuvo que “ha sido un rotundo fracaso”, pues la lógica de que el crecimiento se filtra a través de las capas altas a las bajas, simplemente no ocurre en México desde hace décadas. El economista agregó que de no frenarse la desigualdad, la brecha entre ricos y pobres obstaculizará la lucha contra la pobreza y amenazará el crecimiento sostenible de nuestro país, por lo que propuso cambiar el enfoque que ha mantenido el Estado, por uno que garantice el acceso a los servicios básicos, bajo un enfoque de derechos, además de crear una política fiscal progresiva y una distribución más justa. Consideró que es necesario focalizar el gasto en educación, salud y acceso a servicios básicos; en infraestructura, escuelas que cuenten con servicios; cambiar la política salarial y laboral, fortalecer el nivel de compra del salario mínimo e impulsar mecanismos de transparencia y rendición de cuentas. Ricardo Fuentes-Nieva, director ejecutivo de Oxfam México, explicó que la desigualdad económica produce riesgos como inestabilidad social, porque los procesos económicos no generan beneficios para la mayoría de la población. En el texto se incluyen datos como que nuestro país, está dentro del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad económica en el mundo, de acuerdo a la Standardized World Income Inequality Database. El Global Wealth Report de 2014, señala que el 64.4% de toda la riqueza de la nación, está concentrado en el 10% de la población.