Oaxaca, México.-Aunque México aún no tiene geoparques, existen cinco sitios con condiciones para establecerlos y, de concretarse, la UNAM ofrecería la asesoría requerida. Con esta finalidad se organizó el Taller Geoparques y Geopatrimonio, Promoviendo el Geopatrimonio de Latinoamérica, celebrado en el auditorio Francisco Díaz Covarrubias, del Instituto de Geografía (IGg) de esta casa de estudios.
José Luis Palacio Prieto, del IGg y coordinador del encuentro, señaló que expertos extranjeros y del país discutieron sobre estos espacios, descritos como “un territorio que cuenta, entre sus atractivos, con rasgos geológicos importantes para explicar la evolución de una región y del planeta”.
Éstos destacan por su calidad científica, ayudan a la divulgación de las ciencias de la Tierra y están vinculados a la actividad humana, al ligarse culturalmente con la población. Además, son utilizados como imán turístico, aunque su fin último es crear conciencia de la importancia de la vegetación, fauna y aspectos afines, acotó.
Crear redes
El taller, organizado por el IGg y la División de Ciencias Geológicas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), contó con expertos de diversas procedencias relacionados con esta iniciativa, quienes coincidieron en la factibilidad de aplicarla en América Latina. Así, la entidad especializada de la ONU busca abarcar parte del continente en la red de geoparques (actualmente con 111, en 30 países).
México no dispone aún de estos espacios, por lo que se plantea impulsar el reconocimiento de algunas demarcaciones. De hecho, existen cinco propuestas gestadas en la academia y en algunas participa la UNAM, a través de los institutos de Geofísica (IGf) y Geografía.
Las mejor consolidadas están en La Huasteca Potosina; Mixteca Oaxaqueña; Cañón del Sumidero, Chiapas; Baja California Sur, y en El Oro-Tlalpujahua (Estado de México-Michoacán).
Los geoparques forman parte de las investigaciones universitarias sobre patrimonio geológico, turismo, desarrollo sustentable y geográfico (que integra los medios físico, ecológico y social).
“Llevamos tiempo de trabajar en comunidades como la Mixteca Alta, Yanhuitlán y municipios vecinos, donde explicamos el proyecto para convencerlos de sus bondades. Se han involucrado y aceptado, algo esencial para el funcionamiento de estos sitios”, refirió Palacio Prieto.
Hay que integrar en la comunidad a personal de hotelería, así como encargados de la conservación y divulgación del conocimiento, y del sector turístico, agregó.
La UNAM busca integrar esas instancias y proporcionar elementos para su gestión en la localidad. “Nos constituimos como asesores generales. Así como hay una infraestructura europea, esperamos que nuestro territorio contribuya a formar una latinoamericana”, subrayó.
El taller convocó a personas que hace dos décadas crearon los geoparques. En el año 2000, iniciaron con cuatro en Europa, hoy tienen 69. La red global creada en 2004 surgió con una veintena, hoy registra 111, distribuidos principalmente en el viejo continente, el sureste asiático y China.
En América Latina hay dos, en Brasil (inaugurado en 2006) y Uruguay (2012), y ya hay sugerencias para engrosar la lista.
Iniciativas en Hidalgo y Oaxaca
Para conservar y potenciar la riqueza geológica de la comarca minera hidalguense, así como promover el desarrollo económico sostenible de la región, la UNAM y la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, en coordinación con otras instancias académicas y gubernamentales, tanto nacionales como internacionales, han abogado por la creación de un geoparque en esa entidad.
La intención es impulsar un proyecto basado en la gestión del patrimonio geológico y minero, donde los residentes y visitantes tomen conciencia de su valor como motor del mejoramiento rural.
Al presentar el plan (probablemente denominado Comarca Minera), el director del IGf, Arturo Iglesias, describió el legado cultural y gastronómico del territorio, así como sus características. Además, destacó la ubicación de tres pueblos mágicos incluidos en la iniciativa: Huasca de Ocampo, Mineral del Chico y Mineral del Monte (también conocido como Real del Monte). “Se trata de sumar a los interesados y a quienes puedan aportar”, aseveró.
Por su parte, el secretario de Turismo y Cultura de Hidalgo, Roberto Pedraza Martínez, mencionó que el gobierno de la entidad ve con beneplácito la iniciativa y cuenta con la voluntad para llevarla adelante.
A su vez, Palacio Prieto presentó la propuesta de otro geoparque en La Mixteca Alta de Oaxaca, donde es posible encontrar múltiples referencias del “desastre ecológico” característico del sitio, producto de una interacción naturaleza-sociedad milenaria, en cuya evolución la geología ha ocupado un aspecto relevante.
Planteó que a lo largo de la zona se han ubicado 35 geositios, así como la definición de cuatro senderos que, en conjunto, suman 46 kilómetros transitables a pie, en bicicleta o vehículo.
Además, se recuperó una edificación que llevaba años en abandono y ahora está a disposición del geoparque. “La organización es compleja, pero partimos de asambleas generales de ciudadanos y comuneros, la autoridad municipal, los comisariados de bienes comunales, presidentes municipales, síndicos y alcaldes para integrar una comisión”, concluyó.