Oaxaca, México.-La comunidad zapatista de San Sebastián Bachajón, en el municipio de Chilón, denunció este lunes que al menos 600 elementos de la policía estatal de Chiapas incendiaron su sede regional y los desalojaron durante la mañana del sábado pasado. Los ejidatarios zapatistas, quienes se oponen a la construcción de un megaproyecto turístico, fueron desplazados de sus tierras en febrero de 2011 y después consiguieron recuperar una parte de ellas en diciembre de 2014; ahí construyeron la nueva sede regional San Sebastián, que fue quemada este sábado. La comunidad detalló que el incendio fue organizado por el comisariado ejidal Alejandro Moreno Gómez y el integrante del Consejo de Vigilancia Samuel Díaz Guzmán. “Hacen bloqueo de carretera Ocosingo a Palenque a la altura del crucero agua azul para culpar a la organización de bloquear el camino, y también estos lacayos del mal gobierno están cortando árboles y sabemos que quieren fabricar delitos de ecocidio para detener a las autoridades autónomas de nuestra organización”, aseguran en un comunicado. Luego de la agresión, dos jóvenes integrantes de medios libres acudieron al lugar para tomar fotografías, tras lo cual “fueron rodeados, detenidos, jaloneados, golpeados y amenazados con machetes para que entregaran una cámara Cánon 70D, un celular y un tripié”, relatan en otro comunicado. “Los compañeros se bajaron en la caseta de cobro y caminaron hacia la sede regional de los adherentes a la sexta de Bachajón, donde se encontraban cuatro camiones de la policía del Estado de Chiapas. “Más de 200 oficialistas armados con machetes, algunos de ellos alcoholizados, los detuvieron a veinte metros de la sede. Posteriormente los rodearon, comenzaron a empujarlos y a decirles que borraran las fotografías. Lo cual fue hecho”, relataron. Entre el 9 y 11 de enero de este año, los indígenas tzeltales de San Sebastián Bachajón resistieron pacíficamente a otro intento de desalojo en el que participaron más de 900 policías estatales, de acuerdo con medios nacionales. Durante ese hecho, los uniformados utilizaron armas de grueso calibre y balas de goma, con lo que hirieron a tres personas; sin embargo, los pobladores resistieron y conservaron su territorio. El ejido es parte del camino para llegar a las cascadas de Agua Azul.