El creador, cuyas obras han sido interpretadas dentro y fuera del país, como en el Festival Internacional Cervantino y el World Music Days, recibió un tributo de parte de la comunidad del Conservatorio, que lo recibió con emotividad
Oaxaca, México.-Amigos, alumnos, familiares y colegas despidieron anoche con los más altos honores al compositor y académico mexicano Armando Luna Ponce (1964-2015), durante un concierto-homenaje celebrado en la Sala Silvestre Revueltas del Conservatorio Nacional de Música (CNM).
El creador, cuyas obras han sido interpretadas dentro y fuera del país, como en el Festival Internacional Cervantino y el World Music Days, recibió un tributo de parte de la comunidad del Conservatorio, que lo recibió con emotividad.
Cargada por su hija y su viuda, Olivia Luna, entre aplausos y vivas, arribó la pequeña caja con los restos del autor de “Sonata de cámara núm. 5”, “Pasatiempo concertante”, “Concierto para piano y orquesta”, “Concierto para viola y orquesta”, “Concierto para dos arpas y orquesta” y “Tiliches para cuatro guitarras”, entre otras.
Minutos antes, el director del Conservatorio, David Rodríguez de la Peña, se refirió a Luna Ponce como un compositor contemporáneo de las nuevas generaciones, de nivel internacional, proveniente de la tradición del Taller de Mario Lavista.
Luna Ponce, dijo, “refleja su propia personalidad en su música, la cual es ecléctica, de contrastes, irreverente, irónica, sarcástica con una gran maestría en la orquestación, en la formación musical, en la descripción”.
“Y cuando me refiero a la descripción, es porque sus obras son descriptivas, es un personaje muy admirado por el gremio musical contemporáneo. Dentro del Conservatorio -que fue su casa por dos décadas-, fue un amigo de los alumnos, de los maestros, fue muy querido.
“No sabemos si el cariño y respeto que le tuvieron como persona o como músico, es difícil saberlo, lo que sí, es que muy querido entre la comunidad”, refirió.
Rodríguez de la Peña recordó que incluso ya estando enfermo, el homenajeado continuaban trabajando y haciendo lo que más le gusta.
“Se pierde toda esa productividad musical y ese desarrollo de la música mexicana en el mundo contemporáneo, se pierde a un amigo de la comunidad, a un maestro ejemplar para los estudiantes y al mismo tiempo, un legado musical”, comentó.
En el foro, la Orquesta Sinfónica del Conservatorio, Ensambles de Cámara y Solistas, rindieron un homenaje a quien fuera compositor residente de la Sinfónica “Carlos Chávez” y de la Sinfónica Nacional, con un programa titulado “Armando el toquín”.
La flautista Karla Monserrat Arias Espinosa y el guitarrista Ernesto Escotto abrieron el recital con la pieza “Cinco Masks, para flauta y guitarra”; enseguida “Travesuras Op. 9 para piano”, a cargo de Sarai Espinosa Solorio, deleitó a los presentes.
“Tiliches, para cuatro guitarras”, “Desfiguros, para violín y piano” y “Buzo”, ésta última de Rogelio Bonilla, en el órgano; continuaron la velada musical, en la que por cierto fue hilvanada con videos del compositor.
En la recta final se escucharon “Homenaje a tres, para piano”, “Toccata Luna”, un preludio a cargo de Saraí Espinosa, titulado “Pieza conejo en la luna”; “Salmo IX, para coro a cuatro voces a capella” y “Terpsichore”, concluyeron el homenaje bajo la batuta de Francisco Servín.