Todas las obligaciones de pasivo, contratadas directa o indirectamente, derivadas de financiamientos a cargo de los estados, del Distrito Federal y de los municipios, sin importar si dichas obligaciones tienen como propósito operaciones de canje o refinanciamiento.
Es importante destacar que el problema no es la deuda en sí misma, sino el uso y justificación que se da antes, durante y después de su contratación. ¿Cómo va la deuda subnacional del país? Recientemente la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) actualizó al primer trimestre de 2015 los datos de la deuda pública de estados y municipios. Aunque la secretaría únicamente lleva el registro de una parte de la deuda total de estos niveles de gobierno, la información que hizo pública nos permite dimensionar la magnitud del endeudamiento subnacional. Aquí presentamos algunos de los datos más relevantes: Al primer trimestre de 2015 el saldo de la deuda de las entidades federativas y los municipios en su conjunto ascendió a 510,030.8 millones de pesos. Esto representa un crecimiento real de 343% entre 1993 y 2015. Destaca la forma en que se aceleró el crecimiento de la deuda desde la crisis financiera de 2008 a la fecha (tasa de crecimiento promedio anual de 12.2%). Dado el contexto actual de caída de los precios del petróleo y la consecuente reducción de las transferencias federales para estados y municipios, es razonable suponer que dicha tendencia de crecimiento se mantendrá en los próximos años. Del total de la deuda pública, las entidades federativas junto con sus respectivos organismos concentran cerca de 90%, mientras que los municipios apenas rebasan 11% del total de la deuda subnacional. Al analizar el saldo total de la deuda de las entidades federativas podemos notar un claro fenómeno de concentración en el que apenas 10 entidades contratan tres cuartas partes del total de la deuda de este nivel de gobierno. Al tercer trimestre de 2015 las tres entidades federativas con el mayor saldo de deuda fueron el Distrito Federal, Nuevo León y Chihuahua con 65.8, 56 y 41.3 mmdp, respectivamente. Una forma de dimensionar la deuda pública de las entidades federativas es contrastándola con la población de cada entidad; es decir, cuánto pagaría cada habitante del estado correspondiente. En estados como Coahuila, Quintana Roo, Chihuahua y Nuevo León el saldo per cápita rebasa los 11 mil pesos; en cambio en estados como Guanajuato, Puebla, Guerrero, Querétaro y Tlaxcala no supera los mil pesos. Al tercer trimestre de 2015 los tres municipios con el mayor saldo de deuda fueron Tijuana, Guadalajara y Monterrey con 2.5, 2.4 y 2 mmdp, respectivamente. Es necesario señalar que el nivel de endeudamiento de cada municipio debe ser contrastado con su capacidad de pago. Un mayor nivel de endeudamiento no necesariamente implica insostenibilidad de las finanzas públicas. Publicado por Animal Político 14-07-2015 — IMCO PROPONE