Los datos para Europa corresponden al estudio Preparatory Study on food waste across EU 27 (Estudio previo obre desperdicio de alimentos en la UE 27), realizado por BIO Intelligence Service, para la Comisión Europea e indican que el desperdicio anual de 179 kilos por habitante proviene:
En un 42% de los hogares, del cual el 60% sería evitable.
El 39% de los procesos de fabricación, del cual la mayor parte se considera inevitable.
Un 14% de los servicios de restauración y catering.
Y el restante 5% de la distribución.
España es el séptimo país que más comida desperdicia, con 7,7 millones de toneladas, tras Reino Unido (14,4 millones de toneladas), Alemania (10,4 millones de toneladas), Holanda (9,5 millones de toneladas) Francia (9,1 millones de toneladas), Polonia (9,0 millones de toneladas) y ocupando el primer puesto del ranking Italia, con 8,8 millones de toneladas.
El desperdicio medio por hogar (2,7 personas de media) es de 1,3 kilos por semana o 76 kilos por año, lo que equivale a más de medio kilo de alimentos por persona y semana. Los hogares españoles tiran en un año 1,5 millones de toneladas de alimentos que eran válidos para el consumo, según el Estudio sobre el desperdicio de alimentos en los hogares realizado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP), en diciembre de 2012.
Semana de la Reducción de Desperdicios
Con estos datos como referencia, el próximo 8 de junio se inicia la ‘Semana de la Reducción de Desperdicios’, una iniciativa del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente que bajo el lema Yo aprovecho, ¿y tú? pone en marcha diferentes acciones destinadas a informar y concienciar a la población española sobre la importancia del buen aprovechamiento de los alimentos. El Ministerio ha puesto en marcha un plan de actuación, que se enmarca dentro de un compromiso europeo para paliar esta problemática. Ha desarrollado una estrategia de actuación y, desde el año pasado, lleva a cabo la Semana de la Reducción de Desperdicios con acciones dirigidas a sector, al consumidor y al público infantil.
Además ha publicado dos guías para concienciar y prevenir el desperdicio alimentario. La primera, dirigida al consumidor, busca reducir el desperdicio alimentario en hogares a través de pautas de consumo y compra responsable, incluyendo consejos sobre conservación y gestión de los alimentos. La segunda, dirigida a centros educativos, propone una serie de fichas didácticas para luchar contra el desperdicio alimentario y concienciar al alumnado.