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Oaxaca, México.-Con mucha expectación se esperaba la publicación de este informe sobre el glifosato. Para consumidores, agricultores y fabricantes, así como para el diseño de políticas públicas, mucho dependía de esta clasificación porque se trata de la salud, las formas de producción agroindustrial y de las ganancias millonarias de productores de plaguicidas, como Monsanto, Syngenta y Dow Agrosience.
La publicación es de particular importancia porque en los próximos meses la licencia del glifosato en Europa y en los Estados Unidos expirará y las autoridades deben decidir si brindar una nueva aprobación del químico. En Alemania, se estima que entre el 30 y el 40 por ciento de las tierras de labrantío son tratadas con este herbicida, que también se utiliza en pistas ferroviarias, parques y jardines.
La IARC concluye que el glifosato es una sustancia de alta peligrosidad pues probablemente produce cáncer y daña el material genético. La publicación cita también el hallazgo de restos del químico en la sangre y orina de trabajadores de la agroindustria y hace solo un mes, en Alemania, otro estudio descubrió residuos del mismo herbicida en la leche materna.