Los Estudios Churubusco, la casa del Cine de Oro Mexicano, cumplen 70 años de producciones memorables.
Oaxaca, México.-“Decir historia de Estudios Churubusco es decir historia del Cine Mexicano”, dijo Carlos García Agraz, director general de los estudios, durante la gala de aniversario. “Todo el cine mexicano en algún momento pasó por aquí”.
Los estudios, ubicados a la orilla del ahora entubado río Churubusco, en el sur de la Ciudad de México, arrancaron su primera producción en 1945 con “La morena de mi copla” de Fernando Rivero.
Tras esto Emilio “El Indio” Fernández, Luis Buñuel, Roberto Gavaldón, Gilberto Martínez Solares, Arturo Ripstein y Felipe Cazals trabajaron en ellos en sus primeras décadas. Más recientemente lo han hecho Luis Estrada con “El inferno”, Eugenio Derbez con “No se aceptan devoluciones” y Diego Quemada-Diez con “La Jaula de Oro”.
En la actualidad llegan cerca de 25 películas (en diferentes etapas de producción) a desarrollarse en Churubusco, dijo García Agraz. Los estudios son el complejo de producción más grande de Latinoamérica, albergan ocho foros, laboratorios de películas, edición, mezcla, sonido THX; sala para doblaje, bodegas y oficinas en renta para los productores.
“Entre cortometrajes y largometrajes hay más de 3.000 películas” desarrolladas en los estudios, agregó García Agraz. “Es un mundo, habría que hacer el cálculo de cuánto se tardaría uno en ver todas las películas que han tenido una parte en Estudios Churubusco”.
En la alfombra roja de la gala desfilaron las actrices Jacqueline Andere (“El ángel exterminador”), Queta Lavat (“Soy charro de levita”) y Ana Martín (“La mujer del diablo”).
Previo al cóctel y baile, que contó con la actuación de la Única y Tradicional Sonora Santanera, se presentó la reedición aumentada del libro “La Fábrica de Sueños”, publicado originalmente en 1985 con un texto de Tomás Pérez Turrent, dedicado a la historia de los estudios. Rafael Tovar y De Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, y María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, asistieron a la presentación.
Por su parte la Orquesta de Cámara de Bellas Artes ofreció un concierto de la música de Silvestre Revueltas para “Vámonos con Pancho Villa” (1936) de Fernando de Fuentes y “Redes” (1934/36) de Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel, con la proyección de imágenes de dichas cintas.