Oaxaca, México,.El experto en derechos humanos de Amnistía Internacional Alemania, Wolfgang Grenz, afirma que falta voluntad política en México para superar la crisis en materia de Derechos Humanos que supone la existencia de unos 23.000 desaparecidos desde que comenzó la lucha contra el crimen organizado, en 2006. La falta de voluntad para esclarecer el paradero de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa quedó nuevamente patente, según Grenz, con la negativa del gobierno mexicano de permitir a los miembros del grupo interdisciplinario de expertos independientes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que entrevistaran directamente a los soldados del 27 batallón de infantería de Iguala, Guerrero.
"Es un comportamiento extraño, tratándose de un país que se ha adherido al sistema interamericano de protección de derechos humanos, que acepta sus lineamientos jurídicos", dice Grenz, quien recuerda que el gobierno mexicano también "rechazó y criticó las recomendaciones del Comité para las Desapariciones Forzadas de la ONU y desconoció el informe sobre la tortura que presentó el relator especial de Naciones Unidas, Juan Méndez".
Marcha de las madres centroamericanas en busca de sus hijos en México.
¿Qué ha hecho el gobierno mexicano?
Para Perceo Quiroz, representante de Amnistía Internacional México, "las medidas que ha tomado el gobierno hasta ahora son sobre todo retóricas. Son medidas que se han quedado en el mejor de los casos en el plano legislativo, como la reforma constitucional para legislar sobre la Ley de Desaparición Forzada. Pero no ha habido medidas implementadas como protocolos de búsquedas ni verdaderas bases de datos".
La renuncia de la titular de Derechos Humanos Eliana García Laguna, de la Procuraduría General de la República (PGR), fue calificada por algunas organizaciones civiles como una
mala noticia. Bajo el mando de García Laguna, exactivista de derechos humanos, se comenzó a diseñar un mecanismo de búsqueda de desaparecidos, tanto mexicanos como migrantes centroamericanos. A muchos de ellos se les pierde el rastro en México.
Falta de continuidad en una instancia neurálgica
“La subprocuraduría encabeza trabajos muy importantes como la elaboración de protocolos de investigación en materia de desapariciones forzadas y otras violaciones que constituyen delitos. Bajo García Laguna se estaba realizando un trabajo relevante con el Comité Internacional de la Cruz Roja para establecer bases de datos con información ante mortem y post mortem que podían contribuir al esclarecimiento de la identidad de múltiples personas que en los últimos años han desaparecido, así como en el caso de los cuerpos que han sido hallados en fosas clandestinas en los últimos años", dice Santiago Aguirre, subdirector de Pro DH en México. "Hay instancias neurálgicas para revertir la crisis de Derechos Humanos que vive el país y esa subprocuraduría es una de ellas", dice.
Santiago Aguirre, Valentina Rosendo Cantú y Abel Barrera, durante una visita a Berlin en 2011, cuando Barrera fue premiado por Amnistía Internacional.
"Se pierde hilación en los casos y continuidad, pero un subprocurador no puede trabajar sin el total apoyo del procurador y García Laguna no tenía una relación de confianza con la nueva procuradora Arely Gómez", explica por su parte Raúl Benítez Manaut, académico del Centro de Investigación sobre América del Norte de la UNAM, el cambio en la PGR.
“Empezar a averiguar qué había pasado con los 23 mil desaparecidos que hay en el país fue una responsabilidad muy grande. Después vino la crisis de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. La subprocuradora Eliana García Laguna enfrentó en medio de su gestión el caso de Derechos Humanos más difícil que ha afrontado el gobierno mexicano durante los últimos 20 años. Pudo haber tenido voluntad para esclarecerlo, yo creo que la tuvo, pero no encontrar a los 43 estudiantes con pruebas fidedignas es una de las razones principales de la caída del procurador Jesús Murillo Karam y de la sustitución de ella", concluye.