Perdió la visión en el año 2001, pero encontró en la pintura la manera para reformular su vida. Los cuadros de John Bramblitt, que usa el tacto y las texturas para crear sus obras, se han vendido en más de 20 países.
John Bramblitt vive en Denton, Texas, pero sus pinturas se han vendido en
más de 20 países alrededor del mundo.
Ha sido el protagonista de numerosos reportajes y entrevistas en televisión, radio y prensa en diferentes idiomas. Hasta realizaron un documental sobre él. Además, ha recibido numerosos premios y reconocimientos, unos por sus pinturas y otros por su superación, pues lo que más llama la atención del pintor es su condición.
El artista de Texas es "
funcionalmente ciego", lo que significa que solo distingue entre la luz y la oscuridad. Antes de perder la vista, Bramblitt se graduó con honores por la Universidad del Norte de Texas, en Denton. Sin embargo,
problemas de epilepsia causaron su ceguera en el año 2001, según cuenta en su página web.
El pintor cayó, entonces, en una depresión, pues sus esperanzas de convertirse en un profesor de escritura creativa se hundieron. Se aisló de familia y amigos,
hasta que descubrió la pintura.
Fue un autodidacta y usó el tacto y las texturas para diferenciar los colores. Ahora, confiesa, que "el arte reformuló mi vida".