De acuerdo a la información recibida por organizadores del viacrucis, integrantes recibieron mensajes intimidatorios de un agente migratorio advirtiéndoles del operativo policiaco que estaba por realizarse en la zona de Ixtepec. Además, los organizadores fueron informados que un agente Federal amenazó a los dueños del transporte que ya se había alquilado para su traslado alegando que podrían ser detenidos y acusados de tráfico de personas, por lo cual el transportista se negó a dar el servicio que prestaría para llegar hoy a la Ciudad de México.
Según información recibida por organizadores del viacrucis, actualmente la localidad de Ixtepec se encuentra sujeta a un operativo de agentes del Instituto Nacional de Migración que están revisando automóviles que entran o salen del lugar. Además, organizaciones civiles estiman unos 260 policías federales desplegados en la zona. [caption id="attachment_82655" align="alignleft" width="300"] El director en México de Amnistía Internacional, acompañado de Nancy García.[/caption]En este contexto, la labor humanitaria del Albergue Hermanos en el Camino se ve obstaculizada, al contar actualmente con aproximadamente 450 personas en su albergue con falta de comida, agua y un clima de aproximadamente 42 grados centígrados. De estos 450 personas, aproximadamente 215 pertenecen al Viacrucis, entre las cuáles se encuentran personas que han solicitado refugio en México debido a que han huido de condiciones de violencia en países centroamericanos. Dado a que actualmente hay entre 5 y 6 camiones del INM estacionados fuera del albergue, los migrantes temen ser deportados si salen del albergue.
Amnistía Internacional se encuentra profundamente preocupada por la seguridad de las personas que integran está caravana y de quienes les defienden.
La organización ha documentado cómo las bandas criminales actúan contra personas migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, sometiéndolas a graves abusos, algunas veces con la connivencia de funcionarios públicos.
Las personas que defienden los derechos de quienes migran también continúan sufriendo intimidación y amenazas. Su trabajo es un obstáculo para quienes se benefician de la falta de acción gubernamental. Amnistía Internacional tiene motivos por creer que la señal telefónica y de internet del albergue han sido bloqueados en días recientes.
Hasta el momento las autoridades mexicanas siguen criminalizando el trabajo de las personas que trabajan en defensa de los derechos humanos de las personas migrantes.