Red de corrupción en INM extorsiona y tortura a migrantes
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Cecilia Balderas
Oaxaca, México.-Alejandro Solalinde, sacerdote, defensor de los derechos humanos de migrantes y fundador del albergue Hermanos del Camino, denunció la existencia de una red de corrupción de funcionarios del Instituto Nacional de Migración (INM), que opera para extorsionar a migrantes, en particular de nacionalidad cubana.
En conferencia de prensa, acompañado de activistas y colaboradores del albergue, el clérigo señaló que “hay un historial de corrupción e impunidad en la comisión de diversos delitos en las estaciones migratorias del país, a cargo de personal de INM; no generalizamos, pero tenemos casos documentados, quejas y denuncias penales por estos crímenes”.
Solalinde informó que en una reunión con Luis Raúl González Pérez, titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) realizada el pasado jueves, señalaron su preocupación por las omisiones de la Quinta Visitaduría de la dependencia y el desconocimiento que tiene de las agresiones y el aumento de violaciones a los derechos humanos de los migrantes, así como de las denuncias presentadas, por lo que le reiteró la necesidad de “defensores de derechos humanos, no funcionarios bien pagados”.
Los representantes del albergue propusieron a la CNDH signar un convenido de atención integral ante la crisis migratoria que vive nuestro país, que incluye el establecimiento de un canal de comunicación permanente entre la Visitaduría y el albergue; acompañamiento específico de la dependencia a varios centros para migrantes para que constate las condiciones en las que se encuentran, pero sobre todo, la puesta en marcha del Programa Especial de Migración que por ley, la Secretaría de Gobernación (Segob), tendría que implementar, además de la solicitud para que la Secretaría de la Función Pública (SFP), dé seguimiento y monitoree dicho programa.
La estafa
Alberto Donis, coordinador del albergue en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, declaró que a partir de 2012, han atendido a aproximadamente 900 migrantes detenidos en las estaciones migratorias de Acayucan, en Veracruz; Siglo XXI, Tapachula, Palenque y San Cristóbal de las Casas, en Chiapas y en Las Agujas, ubicada en Iztapalapa, en la Ciudad de México.
Detalló que los migrantes cubanos y sus familiares, que generalmente se encuentran en Estados Unidos, son víctimas de extorsiones y simulación de secuestro –incomunicando a los viajeros hasta por semanas completas- para exigir que sea entregado dinero, además de que hay funcionarios de la dependencia que cobran entre 3 y 10 mil dólares, por expedir el oficio de salida que los migrantes necesitan para dejar la estación migratoria y salir del país, aunque la ley migratoria establece que debe ser entregado en un plazo no mayor a 60 días hábiles, si el Consulado de Cuba no solicita la deportación de sus ciudadanos.
El coordinador en Ixtepec agregó que al menos cien casos de violación a derechos humanos y extorsión, han sido denunciados ante la CNDH y la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas (FEVIMTRA), de la Procuraduría General de la República (PGR); en 15 se han podido acreditar dichas violaciones y en dos está por girarse órdenes de aprehensión en contra de los probables responsables y quienes se desempeñan como parte del INM.
“Desde hace año y medio denunciamos al director de la estación migratoria de Acayucan, Antonio Romero Lajud y exhibimos el envío de dinero a través del que le depositaron, a él, a su esposa y a otros dos agentes de migración, 5 mil dólares por expedir el oficio de salida”, comentó Donis; sin embargo, luego de haberse presentado la denuncia correspondiente, cambiaron de modus operandi, por lo que las extorsiones se siguen haciendo, pero a través de abogados corruptos.
“La ley establece que una persona física, moral o un albergue, puede solicitar la custodia de un migrante detenido en la estación migratoria; nosotros hacemos la solicitud, la dirigimos a Migración y nos contestan. En algunas ocasiones otorgan la custodia, en otras no, según lo que les convenga, luego los llevamos al albergue, esperamos un lapso de tiempo y volvemos con Migración para que les dé el oficio de salida”, narró Donis, sobre el trabajo de acompañamiento que realiza el albergue.
Alejandro Solalinde agregó que “el modus operandi del INM, cuando hay un delito cometido dentro de sus filas o en su espacio, lo que hace es liberar a la persona, darle el oficio de salida para que se vaya; por ejemplo, tuvimos un caso, en la estación Siglo XXI, en Tapachula, de Víctor Rodríguez, un cubano. Nos llamó su familia, la extorsionaron, le pidieron 3 mil 500 dólares y le hicieron creer que él estaba en Arizona; les dijeron que enviando ese dinero se los iban a entregar. Nos pusimos a investigar, yo fui al albergue, hablé con él y pedimos la intervención de la SEIDO. Un día antes de que llegaran, le dieron la orden de salida. Con eso se truncó la posibilidad de poder investigar”.
Las agujas
El sacerdote denunció que el pasado miércoles intentó ingresar, con un grupo de colaboradores, a la estación migratoria de Las Agujas, ubicada en Iztapalapa, pues en su calidad de defensor y promotor de derechos humanos, la ley lo faculta para solicitar la custodia de los migrantes; sin embargo, no le permitieron el paso.
“Tenemos años acompañando a los compañeros migrantes cubanos y los acompañamos porque son los que están dejando más dinero a través de las extorsiones y si nosotros sabemos de ellos, es porque antes de que lleguen, cuando ya están en Ecuador o Panamá, sus familiares nos avisan quiénes vienen. Cuando se entregan a migración, inmediatamente vamos a pedir la custodia y les ayudamos desde un principio”, declaró Solalinde.
Ese mismo día, los integrantes del albergue Hermanos en el Camino, conocieron del caso de dos ciudadanas cubanas que fueron agredidas en la estación migratoria de Iztapalapa. “Los cubanos son tierra de nadie…son un botín para agentes de migración en México y para personas que están coludidos con ellos al exterior”, apuntó el sacerdote.
De acuerdo al testimonio de Solalinde, ambas mujeres se encontraban bañándose cuando fueron abordadas por agentes de migración quienes sin mediar palabra las insultaron y las agredieron físicamente, “a una de ellas la arrastraron de los cabellos”, dijo el sacerdote.
Aunque intentaron hablar con ellas, los empleados del INM volvieron a negarles el acceso y al día siguiente, les fue entregado su oficio de salida.
Manuel Arellano, asesor del albergue, comentó que al llegar a Las Agujas el miércoles pasado, había 60 cubanos detenidos, entre ellos, adultos mayores, niños, jóvenes y padres de familia.
“El miércoles llegamos al auxilio de la comunidad de cubanos que estaban al interior de la estación migratoria de Las Agujas y en ese momento estaban siendo maltratados; los presionan, les dicen que van a ser deportados y para ellos, eso es una catástrofe. Los migrantes señalan al director de la estación migratoria como el principal hostigador, también que en presencia del director son golpeados y las mujeres y niños humillados. De estos testimonios, tenemos cientos documentados”, declaró Arellano.
Al asesor añadió que ambas mujeres recibieron azotes mientras se encontraban en el área de regaderas y posteriormente arrastradas por varios corredores de la estación migratoria.
Enriqueta Chávez, activista y colaboradora del albergue denunció que los migrantes “son torturados psicológica y físicamente, (los empleados del INM), utilizan pistolas eléctricas sin necesidad, en los testimonios hay consistencia sobre (los señalamientos) al director de la estación migratoria de Las Agujas, el señor Miguel Ángel Adán, él, enfrente de las cámaras, ordena que sean golpeados, castigados porque dice que ‘las personas lo tienen harto’; en Iztapalapa nos mencionan a Guillermo Alejandro León Aguilera (custodio) que es un enfermo, pues tanto a mujeres, niños, hombres, personas de la tercera edad, de manera inmisericorde, los tortura: les quita la comida, los patea, los deja sin ropa…los testimonios son horrorosos”.
“Tenemos un secretario de Gobernación a quien no le interesan los derechos humanos, en el discurso sí, pero en la práctica no. Es un modelo simulador, es un fracaso más para ellos todo lo que está pasando con los migrantes. Mentira que están promoviendo los derechos humanos, es una falsedad, una simulación más de este gobierno fallido que está cayéndose a pedazos. No tienen ni voluntad política para garantizar los derechos de los migrantes”, concluyó Solalinde.