Guadalajara, Jal.- Hace un par de años Víctor Esparza comenzó a leer a Enrique Vila-Matas, tiempo suficiente para considerar al escritor español como uno de sus narradores de cabecera. Cuando supo que iba a venir a Guadalajara, no lo pensó mucho: preparó maletas y vino con el propósito de conocerlo. El mérito de Esparza no es poco: desde hace quince años usa silla de ruedas debido a una lesión medular. Víctor cumplió su cometido: al final de la charla, Mil Jóvenes con… Enrique Vila-Matas, pudo estrechar la mano del escritor barcelonés.
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"Mil jóvenes con Enrique Vila-Matas" con Sónia Hernández como presentadora, ©FIL/Gilberto Torres[/caption]
Durante más de una hora, Enrique Vila-Matas estuvo respondiendo preguntas en la mesa. Primero, de la escritora y periodista Sonia Hernández, quien era la encargada de presentar al escritor y terminó siendo presentada por este. Ella le preguntó sobre cómo fue que comenzó a escribir y el narrador contó que cuando su obra empezó a ocupar espacios en el mundo de la literatura, la gente le preguntaba por qué escribía.
“La verdad es que no tenía idea”, aseguró y confesó que el dilema lo llevó a formular una respuesta que lo hizo remontarse a su infancia. “Situé el momento en los veranos en Barcelona. Todos los días íbamos a la playa a tomar el sol, y a mí me parecía aburridísimo. Tomaba un libro para aislarme, y entonces mi familia me dejaba en paz. Entré a la escritura por eso: para aislarme de mi familia y después para aislarme del mundo”.
Con esta confesión Vila-Matas se echó a la bolsa a los asistentes, que llenaron el auditorio Juan Rulfo para escuchar al ganador del Premio FIL de Literatura 2015. Hernández también preguntó al escritor sobre la importancia de la figura del impostor en su obra, y él contó las anécdotas en las que tuvo que inventar entrevistas durante su época como periodista. “Todo lo que tuve que hacer para que no me corrieran del trabajo”, dijo Vila-Matas.
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"Mil jóvenes con Enrique Vila-Matas" Feria Internacional del Libro en su edición 29 ©FIL/Gilberto Torres[/caption]
Después de un breve diálogo con Hernández, vinieron las preguntas del público. Los jóvenes interrogaron a Vila-Matas sobre sus gustos lectores, sobre la inspiración para escribir, sobre el compromiso de un escritor en los tiempos del terrorismo, sobre las emociones.
Todas las preguntas fueron debidamente despachadas por el narrador: “Leo por muchos lados y con ningún sentido de la obligación. Descarto muchas cosas a la hora de leer para quedarme con lo esencial”; “no sabemos qué es la inspiración. Mucha gente cree que es algo que viene de fuera, pero yo creo que viene de dentro y te pilla en los lugares menos pensados”; “al escribir me interesa crear mis propias reglas, mi propio mundo. He creado un mundo nuevo para un lector nuevo”; “debe haber un compromiso del escritor, un compromiso ético, moral, con la realidad política, con todo”.
Todas las respuestas estuvieron salpicadas por anécdotas en las que Vila-Matas dejó prueba de lo que dijo a la gente: “He tenido que aprender a hablar en público, lo que es algo completamente diferente a lo que implica escribir. Escribir es algo que ocurre en soledad, y para hablar en público se necesitan dotes teatrales”.
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"Mil jóvenes con Enrique Vila-Matas" con Sónia Hernández como presentadora, dentro de las actividades de la Feria Internacional del Libro en su edición 29 ©FIL/Gilberto Torres[/caption]
Al final de la charla, Vila-Matas se dio incluso un tiempo para firmar algunos libros, entre ellos el de Víctor Esparza.