Guadalajara, Jal.- Josías López nació en una comunidad tzeltal maya de Chiapas. Creció en un ambiente donde nadie leía, y no por falta de ganas: nadie sabía hacerlo. A él no le leyeron historias antes de dormir, ni su abuela ni su madre. Sin embargo, escuchó esas historias, todo el tiempo. Y en ese entorno creció, trabajando de sol a sol, hasta que decidió “dejar la milpa y tomar la pluma” para defender su lengua madre: el tzeltal.
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osias Lopez Gomez recibe de manos de Miguel Angel Navarro Navarro y Javier Lopez Sanchez el premio de Literaturas Indigenas dentro de las actividades de la 29 Feria Internacional del Libro de Guadalajara. ( © FIL/Melinda Llamas)[/caption]
Y ha tenido mucho éxito en su empresa: llegó hasta la Feria Internacional del Libro de Guadalajara para recibir el Premio de Literaturas Indígenas de América, un galardón creado para reconocer, impulsar y difundir las lenguas de los pueblos originarios.
Acompañado por representantes de la Universidad de Guadalajara, de las secretarías de Educación y de Cultura de Jalisco, de la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y del Conaculta, Josías López recibió el reconocimiento a su trayectoria dentro del mundo de la literatura.
El vicerrector de la UdeG, Miguel Ángel Navarro, destacó la presencia de la tradición oral en las historias de Josías, de quien, dijo, “la calidad de su trabajo literario le ha valido diferentes reconocimientos”. En el mismo tenor se expresó Javier López, del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, quien calificó a Josías López como “un maestro indiscutible”.
Luego de recibir el cheque, dotado con 25 mil dólares, una estatuilla y el diploma respectivo, Josías dijo sentirse muy emocionado por el reconocimiento.
“Estoy encantado. Imagino que todos los que alguna vez han recibido algún premio sintieron lo mismo que yo siento ahora”.
Luego de contar cómo pasó su infancia y cómo escuchó las historias de los mayores —se definió como “un heredero de la tradición oral”— aprovechó para señalar que “nuestras lenguas originarias han sido históricamente discriminadas, incluso se ha buscado exterminarlas”. Contó que la suya, el tzeltal, es una lengua con cerca de 500 mil hablantes, lo que la convierte en una de las más habladas en Chiapas.
Josías López Gómez también reconoció el trabajo que realizaron Carlos Montemayor y José Antonio Reyes Matamoros para proteger y difundir las lenguas originarias. “Siempre agradeceré su generosidad porque contagiaron su entusiasmo y dejaron una huella imborrable. Estamos en deuda con ellos”.