Oaxaca, México.- Abatir la contaminación por plásticos en los océanos es un reto que implica remediar lo hecho hasta ahora y educar a las nuevas generaciones para evitar que sigamos con la afectación a esos ecosistemas, fundamentales para la vida en el planeta, expuso César Flores Coto, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM.
Todos los tipos de contaminación son graves, aunque la de origen orgánico es menos dañina porque acaba por degradarse y se convierte en la parte básica de los elementos. Pero el plástico, al igual que los residuos nucleares, pesticidas, detergentes e hidrocarburos, no se destruyen o tardan mucho en hacerlo y se acumulan cada vez más en los mares; a largo plazo dañan a los organismos que viven en esos entornos, dijo a propósito del Día Mundial de los Océanos, a celebrarse este 8 de junio.
Este año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) eligió para la efeméride el lema “Unos océanos sanos, un planeta sano”, y se centra en los esfuerzos por acabar con la contaminación originada con ese material, característico del siglo XX.
El plástico, indica el organismo internacional, es una amenaza grave porque deteriora esas enormes masas de agua lentamente y sus efectos perduran en el tiempo. Además, daña la salud de muchas especies animales, que confunden sus partículas con comida.
“Sus efectos dañinos en los mares son amplios y medirlos y cuantificarlos representa un gran trabajo de investigación”, destacó Flores Coto, biólogo y doctor en oceanografía biológica y pesquera, adscrito a la unidad académica Ecología y Diversidad Acuática, del ICMyL.
Vertedero invisible
La inmensidad de los océanos, que constituyen el 71 por ciento de la superficie del planeta, así como su enorme dinamismo para autorregularse, han hecho que muchas generaciones humanas los utilicen como gigantescos vertederos, sin apreciar el daño ocasionado.
“Pero como los desechos se han acumulado durante décadas, los efectos nocivos de la contaminación comienzan a ser visibles. En México y otros países debemos preocuparnos por llevar nuestra educación a un nivel que permita entender el problema que se genera”, remarcó.
El experto en plancton –grupo de diminutos organismos que constituyen un importante eslabón de la cadena trófica- destacó que es mucho lo que nos falta conocer desde la ciencia acerca de los mares, a los que hemos alterado sistemáticamente desde que existe la humanidad.
“Desde el inicio de las sociedades se estableció una relación cercana con los mares, que se han usado para transportar personas y establecer el comercio, para movilizar tropas e impulsar el turismo, pero sobre todo para la pesca, que ancestralmente ha sido una fuente de alimentos en diversas culturas”, recordó.
La explotación de los ecosistemas marinos ha sido intensiva, sobre todo en el último siglo, cuando al daño por contaminación se suma la pesca intensiva de ciertas especies.
Generan oxígeno, regulan el clima
Flores Coto enfatizó la relevancia de los océanos como reguladores del clima en el planeta, y en virtud de la gran magnitud de algas en ellos, son importantes generadores del oxígeno que respiramos.
Aportan alimento, energía, agua y, de sus fondos, hidrocarburos y recursos minerales de gran valor, pero cada vez se ven más afectados por el desarrollo de las zonas costeras, los desechos industriales y la pesca sin control, subrayó.
“Es fundamental luchar para mantener limpio este gran ecosistema y cuidar que la relación que tenemos con los océanos sea la mejor”, finalizó.