En el Jardín Botánico de la UNAM se mantiene una campaña de donación de plantas en peligro de extinción.
Se otorgan a quienes puedan resguardarlas y cuidarlas en su casa, con la condición de reportar su estado a la universidad.
Actualmente se ofrecen en adopción más de 200 especies de cactáceas, crasuláceas, orquídeas, una especie de agave y otra insectívora, propagadas por métodos convencionales (semillas o hijuelos) o por técnicas de cultivo de tejidos vegetales.
El mecanismo para acogerlas consiste en acudir al Centro de Adopción que se encuentra en el invernadero de la tienda Tigridia, del Jardín Botánico en Ciudad Universitaria. Ahí se debe identificar las plantas marcadas con el logotipo del Centro y seleccionar, y posteriormente se llena el formato de registro para cada una de las elegidas.
Una vez cubierta la cuota de recuperación se entrega el certificado de adopción y el instructivo de cuidados que se debe tener con la planta.
La información proporcionada en el registro se integra a una base de datos que permite mantener un contacto estrecho con los “padres adoptivos”.
Adoptar un espécimen “es una elección y un compromiso personal para cuidar y proteger ejemplares de plantas en peligro de extinción, las cuales han sido propagadas de forma legal y ofrecidas en adopción al público. Con ello los padres y madres adoptivos se convierten actores para la conservación biológica”, señalan en el Jardín Botánico.