Oaxaca, México.-Desde el viernes hasta el domingo pasados, el Centro Cultural San Pablo fue la sede del Coloquio PAC (Producción Artística Contemporánea) organizado por la Productora Protovecka. Críticos, académicos y creadores artísticos estuvieron —a lo largo de tres días de mesas redondas— hablando sobre el proceso artístico de artes visuales, cine y música
Oaxaca, Oax.- El director de Protovecka, Juan Ayala, nos habló de su productora y de la primera edición de este coloquio que inició con la presentación del politólogo y escritor Jesús Silva-Herzog Márquez, quien acompañó al filósofo italiano Gianni Vattimo en su conferencia magistral, a los que después se sumó el escritor Jorge Volpi.
Sobre su productora, creada hace cinco años, afirmó que “me interesa mucho el fenómeno de la creación artística y la generación de contenidos nuevos, generar obras, generar nuevas piezas, comisionarlas, involucrarnos en el proceso de creación y realización de estas obras nuevas, porque me parece que es un medio muy fecundo, no solamente para impulsar talento artístico en distintas disciplinas, sino también para comprender el fenómeno del arte, y para poder eventualmente compartirlo con otras personas, y con otras personas me refiero a la crítica, a otras instituciones, me refiero al público, por supuesto, a la comunidad artística también”.
Para Ayala, este coloquio es un espacio para la reflexión para ahondar en los procesos de producción artística. Con un formato de coloquio “en donde convocábamos a críticos, académicos, creadores artísticos que pudiesen hablar sobre estos procesos y todo lo que implica y todas estas entidades que circundan a la creación artística, que son los c
ontextos, que son las instituciones, museos, galerías, los productores, el mercado, la viabilidad de las mismas obras”.
Los años de experiencia, las propias producciones de las que habla Ayala —el festival Germinal y Germinal Niños, ambos en la Casa del Lago de la Ciudad de México, y FOCO (Festival de Arte y Ópera Contemporánea) en Morelia— les permiten enfrentarse “a ese fenómeno y esa enorme cantidad de consideraciones y de personas e instituciones en torno a un proyecto de creación artística”, sintiendo que “era necesario hablar de ello para poder tener mejores argumentos, para acometer mejor nuestras futuras producciones”.
Sobre los ponentes que asistieron al Coloquio PAC, el director de Protovekca cuenta que incorporaron pensadores sobre estética contemporánea, “que para nosotros era crucial, porque también la práctica de la producción artística tiene un referente muy importante en el pensamiento contemporáneo. Cuando pensamos en quién sería adecuado invitar, tuvimos muchos nombres, hicimos muchas gestiones y finalmente tuvimos una muy buena acogida del proyecto por parte del maestro Gianni Vattimo, un filósofo muy importante internacionalmente, que tiene también posiciones muy claras respecto al arte, tiene textos sobre arte contemporáneo, y me parece que, derivada de su propia tradición filosófica, nos puso en contextos muy relevantes y en un marco teórico muy provocador y estimulante para continuar nuestra reflexión”.
Sobre los otros ponentes cuenta que “si bien para nosotros era importante situarnos en el pensamiento filosófico como un referente dentro de este coloquio, el resto nos quedaba dedicarlo a los especialistas, y elegimos la figura del crítico, del académico y del curador como una primera aproximación del fenómeno, porque ellos al final son intérpretes y, no solamente intérpretes, sino grandes influenciadores de los que sucede en la creación artística contemporánea”.
Así, contaron con la presencia de — además de los ya mencionados Gianni Vattimo, Jesús Silva-Herzog Márquez y Jorge Volpi— la ensayista, crítica y curadora de arte estadounidense Elearnor Heartney; el profesor de investigación ICREA Santiago Zabalza; el académico y crítico de arte polacoestadounidense Marek Bartelik; el filósofo, curador y crítico de arte mexicano Patrick Charpenel; el crítico de arte francés Emmanuel Burdeau; la productora, directora y guionista argentina Lucrecia Martel; el académico estadounidense Richard Peña; la promotora, productora y directora mexicana Paula Astorga; el crítico, periodista y compositor estadounidense Kyle Gann; el crítico y periodista británico Paul Griffiths; y el crítico musical, editor y gestor cultural mexicano José Wolffer.
Jesús Silva-Herzog Márquez y José Wolffer
Por su parte, el politólogo y escritor Jesús Silva-Herzog Márquez habló sobre el Coloquio PAC, del que afirmó que “es una reunión de distintos talentos, en donde las artes visuales, la música y el cine se encuentran para conversar cuáles son los desafíos en este momento para la producción artística y, en ese aspecto para México, la posibilidad de conocer perspectivas de otros lugares del mundo, poder encontrar esta perspectiva multidisciplinaria es enriquecedor”.
Sobre el mismo asunto, el crítico musical José Wolffer afirmó que “el esfuerzo de reunir en Oaxaca representantes de disciplinas artísticas me parece un gran esfuerzo. Creo que es un lindo proyecto tener la oportunidad de conversar en cada una de las áreas, lo que pasa en cine, en artes visuales, en música, y después hacer esta mezcla en donde son mesas interdisciplinarias para enriquecer los puntos de vista de lo que pasa en cada uno de estos campos y ver qué tipo de puentes se pueden ir tendiendo a partir de los conceptos, de las ideas, de las preguntas que se van planteando para enriquecer el diálogo entre las disciplinas. Creo que este tipo de esfuerzos siempre son interesantes”.
La ‘Ópera riesgo’: un proyecto multidisciplinario
Además de las mesas redondas, el público oaxaqueño también pudo apreciar la producción multidisciplinaria, con un proyecto cuya idea original fue de Juan Ayala. Es la Ópera riesgo, presentada el viernes y el sábado en el Teatro Macedonio Alcalá.
Como el mismo Ayala cuenta, “la ópera es el proyecto más primario, al que primero nos abocamos. Después de un proceso muy largo, hacer una ópera como una película, demanda mucho tiempo, demanda muchas voluntades, es un trabajo colaborativo que es complejo. En el camino nos encontramos con esto y otros proyectos, pero en este tiempo también avanzamos en la creación del libreto, de la música, una comisión que le hicimos a Rogelio Sosa, compositor que, si bien oscila entre el arte sonoro y la experimentación musical, también tiene obra muy consistente, muy sólida y nos parecía ideal un perfil como el de él para acometer un proyecto de ópera contemporánea en el que no se trata de evocar la ópera del siglo XIX, sino, con las herramientas actuales de la música y las herramientas actuales de narrativa, generar un proyecto en donde pudiésemos abordar un tema de interés actual, como fue la crisis del 2008 y cómo a partir de esa crisis el personaje central de la ópera desvela una crisis emocional y personal con el resto de su familia, esposa, con su hijo, y queda a flor de piel y queda al desnudo esa crisis emocional a raíz de esa crisis externa”.
Esta crisis internacional, como cuenta Ayala, “nos permitió la anécdota explorar las relaciones filiales, y de pareja, en este contexto contemporáneo, en este contexto de pérdida y crisis. Y nos parecía un buen tema. A mí es un tema que me ha llamado la atención desde hace mucho tiempo y lo propuse como eje anecdótico de la ópera.”
Para el libreto de Ópera riesgo, “invitamos a una guionista [Emma Beltrán] que nunca había tenido experiencia haciendo un libreto operístico, pero resultó un ejercicio muy interesante, muy atractivo, porque toda la aproximación al hecho de la colaboración fue sin prejuicio alguno, con toda la frescura de tener un oficio en cada una de las disciplinas de las gentes que convocábamos, pero no específicamente en el desarrollo de una ópera.
Entonces fue un lenguaje que abordamos, que habitamos, con gente experimentada en sus propias disciplinas. Yo creo que el resultado es muy satisfactorio, desde mi punto de vista, y creo que es un punto de arranque como para ver cuál es la reacción del público y ver cómo podemos establecer un diálogo a través de nuestras producciones con el público”.