México.- La Medalla Bellas Artes no es una presea de competencias, sino de trayectorias. Yo tengo una trayectoria de más de 70 años de trabajo, porque empecé desde muy chico e he incursionado en muchos temas, estilos y formatos. Agradezco al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) que me tome en cuenta, pero también el apoyo que he recibido de su parte para mi trabajo”.
Lo anterior fue expresado por el artista plástico Manuel Felguérez, quien recibirá la Medalla Bellas Artes el sábado 20 de febrero al mediodía en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes. Ese día se reunirán ahí el escritor Juan Villoro y el politólogo y ensayista Luis Ignacio Sáinz para hablar de la vida y obra de Felguérez en una mesa moderada por Magdalena Zavala, coordinadora nacional de Artes Visuales del INBA.
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El artista plástico Manuel Felguérez con 87 años de edad y más de 70 de trayectoria/Foto INBA[/caption]
Con 87 años de edad y más de 70 de trayectoria artística, Manuel Felguérez Barra ha realizado un intenso trabajo con importantes aportaciones al arte mexicano. Es considerado pionero del arte abstracto en nuestro país, desde la pintura y la escultura, aunque también es taxidermista, antropólogo, artesano, investigador, maestro e incansable viajero: “Un artista que adapta su quehacer al tiempo”, refirió.
Originario de Valparaíso, Zacatecas, desde niño mostró inclinación por las artes, pero fue hasta los 19 años de edad, en su primer viaje a Europa, cuando refrendó su vocación. Estudió en las escuelas nacionales de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda y de Artes Plásticas, en nuestro país, así como en las academias de la Grande Chaumière y Colarossi, en Francia, gracias a una beca del gobierno del país europeo.
Junto con Fernando García Ponce y Lilia Carrillo, entre otros, inició en México la corriente abstracta al formar parte de la llamada Generación de la Ruptura, que buscaba nuevos caminos para la expresión artística, un tanto distanciados de la corriente nacionalista.
Además de su labor artística, también se ha desempeñado en el ámbito académico, pues impartió clases en la Universidad Iberoamericana, participó en la elaboración del proyecto de creación de la carrera de artes visuales de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y formó parte de la plantilla de investigadores del Instituto de Investigaciones Estéticas de la misma institución.
En la capital de Zacatecas fundó el único museo en Latinoamérica que dedica sus salas y exposiciones a la corriente abstracta: el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, el cual, además de reunir la obra del artista, cuenta con un importante acervo de sus contemporáneos.
Gracias a su trabajo, ha sido acreedor a diversos premios a nivel nacional e internacional, a los que se suma la Medalla Bellas Artes. “Se trata de un reconocimiento a una trayectoria larga, intensa y, creo, fructífera. Evidentemente, son muchos años de trabajo dentro de mis 87 de vida. Empecé en el mundo de las artes desde muy chico y siempre tuve una relación muy fuerte, un tanto protagonista, dentro de mi generación”, expuso.
Así, agregó, “participé en todos los líos de aquellos años sesenta y setenta, peleando por un lugar para nuestra propia visión del arte y del mundo, muchas veces en desacuerdo con las propias instituciones, pero también reconociendo cuando había que reconocer”.
En tono reflexivo y nostálgico, Manuel Felguérez dijo: “Al final de los tiempos, a fin de cuentas, yo soy el agradecido con el Instituto Nacional de Bellas Artes, y si alguien merece esta medalla es propiamente el INBA: yo se la daría porque, reconozco, me ha apoyado y me ha ayudado en mi trabajo.
“Me ha abierto dos veces las puertas del Museo del Palacio de Bellas Artes, del Museo de Arte Moderno y del Museo Tamayo Arte Contemporáneo, además de otros. Es decir, ha sido muy generoso conmigo al brindarme espacios en los que he podido mostrar mi obra”.
E igualmente, agregó, “en mi relación dentro del arte público. Hay varios lugares en la capital donde se expone mi obra de dimensiones mayores. Esto empezó desde los años sesenta y en la actualidad hay obra mía en la Avenida Juárez, en la Secretaría de Educación Pública, en el Auditorio Nacional y en el Museo Nacional de Antropología.
“También, en colaboración con otras instituciones, me ha ayudado a exponer en diversas partes del mundo. En fin, que he tenido siempre apoyo del Estado, normalmente del INBA, para realizar mi actividad de más de 70 años, lo que reconoce el INBA con la Medalla Bellas Artes. Así lo asumo”.
No obstante, consideró que “con esta medalla se reconoce también a toda una generación de artistas que en determinado momento optamos por nuevos caminos dentro de la pintura, esa generación que alguien llamó de la Ruptura.
“Por ello pienso que, después de todo, la Medalla Bellas Artes no se trata de una presea de competencias, sino de trayectorias. Y mi trayectoria implica todos los aspectos y momentos en los que he estado y participado, incluido el movimiento de la Ruptura. Así lo diré el día de la ceremonia: simplemente, gracias por entregarme la Medalla Bellas Artes”.