Maria Luisa de Villa*
Como mexicana radicada entre México y el Canadá, quisiera compartir mi pena, no por el fallecimiento de Juan Gabriel a quien todos los mexicanos despedimos con sentido duelo. Juanga tuvo una muerte de justos porque fue genuino, auténtico, un grande de la cultura popular con enorme jalón y sus canciones de amor se ganaron al pueblo todito. Atinadamente, en el contexto de elecciones federales de los EUA y en tierra del Sr. Donald Trump, declara su amor por México al titular su gira a 16 ciudades, "México lo es todo" (lamentablemente interrumpida). Con Juanga, todos los mexicanos y México-americanos aunque dolidos, cantamos y bailamos su música, porque este es el mayor homenaje, porque así le gustaba a el y porque así se manifiesta la cultura popular.
No, la pena e indignación que hoy sentimos una mayoría de mexicanos, es el que hayamos invitado al Sr. Donald Trump, personna non grata, para hacer una visita oficial a México a dialogar en privado con nuestro presidente, a sabiendas que nunca se ha disculpado públicamente por los insultos y ofensas que lanzó a México y los mexicanos, visita que provocaría el enojo de los mexicanos indistintamente de afiliaciones políticas y rango social.
Sabemos que existe una vasta población e intereses norteamericanos que desconfían de Trump y que simpatizan con México y los mexicanos que laboran en su país, y, que siendo como bien lo califica el historiador Enrique Krauze: un astuto tirano que desconoce la verdad, nuestro gobierno debió considerar que Trump aprovecharía esta visita para sus fines electorales en Arizona. Horas después, Trump lanzaría su plataforma en Phoenix, declarando lo que no dijo en México: "Construirá el muro, México lo pagará y deportará a los indocumentados". Y, que esperábamos?
México no tenia nada que ganar con una visita oficial de Trump, dado que las elecciones son en tan solo 2 meses y que la mayoría piensa que Hilary Clinton ganará. Sin embargo, Trump si logro aprovecharla, apuntalando su campaña para ganar los votos de latinos que buscaba en Phoenix.
Mucho podemos aprender de Juan Gabriel, su actitud ante la vida, su creatividad, su valor, su sentido del humor, su claro conocimiento de nuestra gente y su amor por México. De clase humilde, una lastimosa orfandad y sin escuela, Juanga resultó ser de mas clase, mas listo y con mas tino que todos, le cantó su amor a su patria, a su manera, en el territorio de Trump y justo en momentos de esta coyuntura histórica, lo hizo con su arte, su música y sus letras. Y, al hacerlo, nos reivindica y por un glorioso momento, nos hace felices a los Mexicanos y los México-americanos.
Una oración por el descanso eterno del alma de Juan Gabriel!
*Artista visual