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Oaxaca.- Los fotógrafos mexicanos Anuar Patjane Floriuk y Sergio Tapiro ganaron el segundo y tercer lugar respectivamente en la categoría Naturaleza del World Press Photo.
La fotografía a blanco y negro titulada “Whale whisperers [el susurro de la ballena], es la imagen que le valió el segundo lugar a Patjane Floriuk; en ella se muestra a varios buzos alrededor de una ballena jorobada y su cría en los alrededores de Roca Partida en las Islas Revillagigedo.
Patjane asegura que sus imágenes se definen como historias visuales que muestran el poder de la empatía. Que provocan centrar la atención en lugares y momentos que suelen pasar inadvertidos.
Por su parte, Sergio Tapiro se llevo el tercer lugar con su fotografía “The Power of nature”[el poder de la naturaleza] donde captó la explosión del volcán de Colima durante la noche junto con un relámpago.
Tapiro, originario de Colima, es un apasionado de la fotografía de naturaleza y ha sido galardonado con varios premios como el Premio Estatal de Periodismo 2014.
En la edición de este año del World Press Photo participaron un total de 5 mil 775 fotógrafos, quienes presentaron a concurso 85 mil instantáneas.
Francis Kohn, presidente del jurado, dijo, en la rueda de prensa celebrada para anunciar a los ganadores, que durante el proceso de selección, que duró dos semanas, intentaron mantener un balance entre calidad fotográfica y valor informativo.
Una fotografía de un bebé refugiado tomada el año pasado en la frontera serbo-húngara por el fotógrafo australiano Warren Richardson y que escenifica el drama de los refugiados en Europa, ganó el certamen, la máxima distinción del fotoperiodismo mundial.
“La esperanza de una nueva vida, 8 de agosto, frontera Serbia-Hungría”, es la instantánea galardonada, una imagen en blanco y negro tomada en 2015 y que capta a unos refugiados pasando a un bebé a través del alambre de espino de la frontera serbio-húngara.
En declaraciones a Efe, Richardson contó que estuvo varios días viajando a través de la frontera entre Serbia y Hungría. ”Yo estaba en el lado serbio, donde casi no había policía, apenas un coche y no estaban haciendo nada, pero los refugiados podían encontrarse con los guardias fronterizos en el lado húngaro”, dijo.