Oaxaca es el estado que registra el mayor número de grupos étnicos en el país y con una población mayoritariamente indígena, lo que motivó que diversos investigadores en Antropología Social realizaran investigaciones, especialmente en música desde hace varias décadas.
Aquí estuvieron los impulsores de la fusión entre la herencia musical prehispánica e indígena con los géneros contemporáneos, Jorge Reyes, Antonio Zepeda, La Tribu, entre otros continuadores de la exhaustiva indagatoria que inició la pionera etnomusicóloga, Henrietta Yurchenco.
Tocó a Oaxaca ser sede del VI Encuentro Nacional de Tradición y Nuevas Rolas (DTyNR) del 27 de septiembre al 1 de octubre, lo que propició un intercambio entre los 14 grupos participantes tanto en los talleres como en los dos magnos conciertos que se registraron.
Diferentes lenguas, géneros y estilos inundaban el escenario de la Plaza de la Danza, los músicos de “DTyNR” persiguieron un solo objetivo en sus conciertos, transmitir y expresar quiénes son y qué persiguen.
El slogan de este año fue, “transformación y fusión sonora” reflejaron el intercambio cultural que se logró en este encuentro, el cual estuvo marcado, en su mayoría, por jóvenes ávidos de mostrar sus raíces, tradiciones, pero también, su actualidad, sus formas de vida y sus esperanzas futuras.
En el escenario se pudieron escuchar diferentes lenguas como el totonaco, tseltal, nahua, hñähñü, p´urhépecha, maya y zapoteco, entre otros, lo que permitió no sólo compartir el uso de los nuevos géneros musicales, sino intercambiar impresiones del lenguaje y de la cosmogonía de cada uno de sus pueblos.
“No es tanto el concierto, sino la oportunidad que nos dieron para conocernos, intercambiar ideas y formas de ver la vida, pero sobre todo, entender la responsabilidad que tenemos con nuestras comunidades”, dijo Jani Morales, joven tseltal integrante del grupo “Ik´al Ajaw” de heavy- power metal de Oxchuc, Chiapas.
Eva, vendedora mixteca de golosina, desde el inicio del segundo concierto, se sentó en una de las gradas; al preguntarle que si se quedaría a todo el concierto y dejar de trabajar, respondió:
“Aunque hoy no gane, esta música me hace acordarme de mi pueblo, de las costumbres de mi pueblo y es una música que me gusta mucho porque aunque están en otras lenguas, entendemos lo que quieren decirnos”, dijo.
La realización del VI Encuentro Nacional de Tradición y Nuevas Rolas (DTyNR), tiene un amplio significado en una tierra de músicos, donde sobreviven más de dos mil bandas, de Oaxaca, considerada bastión mundial de metalistas; aquí, donde llegó primero el jazz a nuestro país. No fue un simple encuentro, fue la comunión del movimiento musical indígena nacional.