Oaxaca.-Considerado una de las figuras señeras de la arqueología, cuyas aportaciones ampliaron el horizonte de esta disciplina en México,
murió esta mañana, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, la dependencia destacó la trayectoria de García Moll, como su director de 1989 a 1992, presidente del Consejo de Arqueología del Instituto de 2005 a 2009 y director del Museo Nacional de Antropología de 1987 a 1988.
Recordó que el investigador emérito del INAH, estudió Arqueología en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y obtuvo la Maestría en Ciencias Antropológicas en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
A lo largo de cuatro décadas desarrolló diversos proyectos de investigación, entre ellos, el Proyecto Arqueológico de Yaxchilán, en Chiapas, investigación de largo aliento sobre el mundo maya que abarcó 12 temporadas.
Los resultados del proyecto que García Moll arrancó en 1973, fueron recopilados en libros, artículos y ensayos, que se vieron enriquecidos cuando dirigió los proyectos arqueológicos de Bonampak y Palenque, en Chiapas.
Entre 1972 y 1982 realizó las excavaciones en el Ex Convento de San Jerónimo, conocido como Claustro de Sor Juana, a través de las cuales se tuvo conocimiento del complejo mundo conventual femenino.
Además de Yaxchilán, investigó zonas de Tlalilco, Estado de México; en Baja California Sur, donde hizo un estudio sobre cazadores-recolectores; y en Tepapayeca, Puebla. El último proyecto que encabezó fue en Pomoná, Tabasco.
Roberto García Moll nació en Puebla el 19 de octubre de 1943 y desde la adolescencia tuvo la inquietud de estudiar arqueología, vocación que se definió cuando José Luis Lorenzo, quien era director del Departamento de Prehistoria del INAH, lo invitó a participar en algunas de sus excavaciones.
Convivió con personajes como Efraín Castro, Jüergen Brüggeman y Sonia Lombardo de Ruiz, formados bajo la tutela de maestros como José Luis Lorenzo, Jaime Litvak, Román Piña Chan, Wigberto Jiménez Moreno, Pedro Bosch-Gimpera y Johanna Faulhaber.
Su trayectoria también abarcó la docencia, pues impartió clases en la ENAH (1968-1985) y en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” (1986-1987).
También fue miembro del Seminario de Estudios y Conservación del Patrimonio Artístico, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM; del Consejo de Conservación de Bienes Muebles del INAH, entre 2004 y 2006; del Sistema Nacional de Investigadores desde 1986 y jurado de los Premios INAH, en la especialidad de Arqueología.
Fue autor de más de 200 publicaciones, entre libros, artículos, informes, peritajes, catálogos fotográficos y conferencias.
Destacando “Análisis de los materiales arqueológicos de la cueva del Texcal, Puebla” (1977); “Palenque, Xupa y Finca Encanto” (1982) e “Índice del Archivo Técnico de la Dirección de Monumentos Prehispánicos” (1982), por mencionar algunos.