FILO 2016/ Indagan en el origen chileno de Moby Dick

Oaxaca.-Ganadora del Premio Nacional de Literatura Marta Brunet, en Chile, la novela gráfica Mocha Dick fue presentada la tarde de este martes en la Sala Proyéctate de la 36 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), como parte de sus actividades infantiles y juveniles.

Fueron el autor, Francisco Ortega; e ilustrador, Gonzalo Martínez; los encargados de hablar a jóvenes  sobre esta obra que recoge un antiguo mito mapuche transmitido por generaciones, en el cual el neoyorquino Herman Melville se basó para escribir su obra máxima: Moby Dick.

“Mocha Dick era una ballena blanca que habitaba el sur de Chile, en la isla Mocha. Los mapuches sabían de este lugar mucho antes de la llegada de los españoles. Se supone que es el lugar donde el alma de los guerreros asciende al cielo y la guardiana era una bruja que tenía el poder de convertirse en la madre de todas las ballenas, una ballena canosa, por lo tanto era blanca”, apuntó Ortega. “En el siglo XIX cuando Chile se convierte en puerto de paso de todos los barcos balleneros que viajaban en toda la antártica y el pacífico, comienzan a hablar de un cachalote albino muy feroz que habitaba esa zona, y de alguna manera se unen las dos historias. Al cachalote, que además era más grande que el común, lo bautizan como Mocha Dick por el nombre de la zona”, continuó el escritor. “La cosa es que esta historia la reportea un periodista norteamericano que llega a chile en los años 1800 y la escribe en un periódico. Esa historia la toma Herman Melville y la convierte en Moby Dick”, explicó Ortega, quien desde niño tuvo un especial interés en este mito y quería compartirlo con más gente, por lo cual los plasmó primero en una historieta corta y luego en una novela gráfica.

Para esta labor, contó con el apoyo del ilustrador Gonzalo Martínez, que narró como “me ofrecieron esta historia corta de Mocha Dick, pero cuando decidimos convertirla en novela gráfica y construimos una cosa grande. Resultó muy interesante porque teníamos mucho en común con respecto al imaginario, y mucho respeto, por lo tanto el trabajo fue muy balanceado.” “Lo que pasó fue que conversamos un tiempo sobre qué iba a ser, cómo se iba a tratar, la atmósfera, la impronta. A los dos nos gusta la novela de aventura, que la pueden leer niños y adulto. Me tocó investigar mucho porque tuve que averiguar de balleneros, sobre los tipos de ballenas, sobre la cultura mapuche, sobre las ciudades de la época en Perú, Chile, Argentina, porque me gusta ser muy detallado y muy respetuoso”, detalló Martínez.

Con apoyo de proyecciones del libro, Ortega y Martínez Compartieron con el público un poco de esta aventura mitológica, literaria y visual.