Ciudad de México.- Bodegones de gran formato, con casi tres metros de altura, como
Naturaleza muerta, de Jan van Kessel
El viejo, son algunas de las piezas centrales de la exposición
De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la colección Gerstenmaier.
El Museo Nacional de San Carlos alberga esta muestra integrada por 59 piezas, entre óleos y grabados, de pintura religiosa, retrato, bodegones, personajes de la mitología y naturalezas muertas.
Obras realizadas por artistas de la talla de Peter Paul Rubens, Anton van Dyck, Martin de Vos, Víctor Wolfvoet, Jan de Beer, Joost de Momper
El joven y Jan Brueghel
El viejo, entre otros.
La exposición permitirá al público hacer un recorrido histórico y estético por la escuela flamenca de los siglos XV al XVIII a través de obras recopiladas por Hans Rudolf Gerstenmaier, empresario alemán afincado en España.
De Rubens a Van Dyck ha sido visitada por 30 mil 234 personas y presenta tres núcleos temáticos:
Religión, mitología y naturaleza muerta y paisaje, que exhiben obras maestras llenas de detalles, con un espléndido manejo de los colores y maravillosos grabados, todas con más de 400 años de antigüedad.
El visitante que recorra esta exposición descubrirá que en las obras de carácter religioso es evidente que la fuente de inspiración fue la fe cristiana a través de las piezas
Virgen de Cumberland, de Rubens, y el tríptico de
La adoración de los reyes magos, del círculo del maestro Von Groote.
También descubrirá que el retrato ocupa un lugar relevante en obras de la época, ya que el ser humano era considerado como el indiscutible centro del universo y este tipo de pinturas estaban reservadas a ciertas clases. En este rubro sobresalen los retratos de
Felipe IV e
Isabel de Borbón, de Rubens, y
Jacoba van Caestre, de Van Dyck.
La muestra asimismo permitirá apreciar cómo fue que a partir del siglo XV el paisaje adquirió identidad propia y los artistas comenzaron a dar mayor importancia a la representación de la naturaleza. Ejemplo de ello es
Paisaje de montaña con mulas, obra conjunta de Joost de Momper
El joven y de Jan Brueghel
El viejo.
Otro de los temas presentes en el Museo Nacional de San Carlos es el de los personajes de la mitología, ya que los artistas de la época tomaron como fuentes de inspiración textos clásicos de Homero, Horacio, Séneca y, principalmente,
Metamorfosis, de Ovidio. En esta sección destaca la serie de Hendrick Goltzius
Las tres Gracias.
Los bodegones ocupan un lugar relevante en esta exhibición, ya sea por el gran formato, la composición, el juego con la luz y el claroscuro o la perfecta imitación de la naturaleza. Un ejemplo de estas cualidades se encuentra en
Pájaros, de Alexander Adriaenssen.
Sin embargo, una de las joyas de la exposición es la
Virgen de Cumberland, de Rubens, la cual Rudolf Gerstenmaier tardó más de tres años en adquirir, así como la serie de grabados
Iconografía de hombres ilustres, de Anton van Dyck, hecha a intelectuales, artistas y políticos de la época.
De Rubens a Van Dyck. La pintura flamenca en la colección Gerstenmaier puede visitarse de martes a domingo de 10:00 a 18:00 horas, hasta el 10 de abril, en el Museo Nacional de San Carlos ubicado en Puente de Alvarado No. 50, colonia Tabacalera, delegación Cuauhtémoc. Entrada $45.