Ciudad de México.- Por seis partituras manuscritas autógrafas del compositor Julián Carrillo, producidas entre 1905 y 1910 y pertenecientes a su acervo, el Conservatorio Nacional de Música (CNM) obtuvo el reconocimiento de Registro de la Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), en la categoría América Latina y el Caribe, ya que se trata de una colección documental de suma importancia y valor para la humanidad.
Tal distinción será entregada formalmente por la doctora Rosa María Fernández de Zamora, presidente del Comité Mexicano de Memoria del Mundo de la UNESCO, el 10 de marzo al mediodía en el Auditorio Silvestre Revueltas del CNM.
En entrevista, el director del CNM, David Rodríguez, y el jefe del Departamento de Acervos de la institución académica, Robert Endean Gamboa, dijeron que este reconocimiento es una de las mejores formas de festejar los 150 años de la creación de este centro de estudios superiores de música.
Tres de esas partituras, para instrumentos de cuerda, estaban destinadas a formar parte del programa de un certamen para alumnos del CNM. Las demás son una marcha nupcial, una pieza para banda y un andantino.
Rodríguez dijo que Julián Carrillo (1875-1965) “es un caso excepcional a nivel mundial, porque es el compositor que dentro de la música de su época sale de los cánones nacionalistas para dirigirse hacia la física de la música, es decir, el microtonalismo”.
Actualmente, explicó, se puede pensar que es obsoleto, en el sentido de que las computadoras pueden hacer prácticamente lo que sea en cuestión de acústica, “pero en aquella época el pensamiento de Carrillo era muy innovador, tanto que él mismo construyó instrumentos musicales apegados a sus principios físicos, englobados en el llamado Sonido 13”.
Por su parte, Robert Endean afirmó que todas las piezas de Carrillo galardonadas por la UNESCO son originales: “Se premiaron por su rareza, el carácter único de los manuscritos, la autenticidad, el estado de los documentos y su valor local, regional e internacional, además de la importancia del autor”.
Aseveró que la Memoria del Mundo es un registro parecido al del Patrimonio de la Humanidad, de ahí a que sea muy respetado a nivel global.
Sobre la llegada de las partituras al acervo del CNM no quedan más que conjeturas, debido a que posiblemente haya sido el propio Carrillo, quien se desempeñó dos veces como director de la institución educativa, quien las donó como parte de los trabajos académicos de este centro de estudios, agregó.
Por otra parte, informó que el acervo del CNM contiene valiosas obras de la historia musical de México. “Se conformó desde el mismo momento en que se creó la institución, hace 150 años y, hasta donde sabemos, tenía dos bibliotecas, integradas por diferentes colecciones.
“El acervo del Conservatorio tiene piezas muy antiguas, partituras litografiadas del siglo XVIII en adelante, dos colecciones muy importantes de Bach y Mendelssohn, y parte del Fondo de la Música Mexicana, que reúne particularmente obras realizadas desde Siglo XIX hasta nuestros días por compositores mexicanos, lo cual lo convierte en único a nivel nacional”, señaló Endean.
Además de todo eso, desde 1938 posee una significativa fonoteca integrada por discos de 78 y 33 revoluciones por minuto, y se han añadido miles de discos compactos. Conforme pasa el tiempo, “aparecen cosas curiosas, raras y antiguas”, sostuvo.
En el acervo del CNM se encuentran alrededor de 200 mil partituras de Revueltas y Ponce, entre otros muchos autores mexicanos y extranjeros, además de manuscritos de zarzuelas que fueron utilizados para una sola producción.
David Rodríguez afirma que el acervo del CNM puede ser considerado como la biblioteca musical de los siglos XIX y XX más importante de México. Asimismo, aclaró que existe un proceso permanente de digitalización de su enorme contenido y la aceptación continua de donaciones.
“El peso histórico del Conservatorio es que sigue siendo la escuela más emblemática de educación superior musical del país, y por ser eso mismo seguirá siendo un punto de referencia en el presente y el futuro”.
David Rodríguez invitó a que la gente a acercarse al CNM porque, además, su edifico funcionalista fue diseñado por Mario Pani y conserva instrumentos antiguos y muy valiosos del siglo XVIII. La historia del CNM, de donde han egresado Rolando Villazón y Plácido Domingo, entre otros intérpretes de fama internacional, es la historia de la música de nuestro país, concluyó.