Oaxaca.— El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó los actos violentos ocurridos el pasado 19 de junio en las localidades de Nochixtlán y Hacienda Blanca, en el Estado mexicano de Oaxaca, durante los cuales se registraron al menos ocho muertos y un número de heridos aún por determinar.
La oficina en México del Alto Comisionado repudió además el asesinato del periodista Elpidio Ramos Zárate en el crucero de Juchitán a Ixtepec, cuando, según las primeras informaciones, cubría otros hechos de violencia.
“Lamento la pérdida de vidas y la afectación a la integridad de las personas lesionadas. En estos momentos difíciles, expreso mis condolencias a los familiares que perdieron a un ser querido”, señaló el representante del Alto Comisionado en el país.
Jan Jarab llamó a redoblar los esfuerzos para evitar situaciones de violencia como estas y a priorizar el diálogo frente a la confrontación.
Además, el organismo de Naciones Unidas instó a las autoridades mexicanas a emprender cuanto antes una investigación independiente, exhaustiva e imparcial de lo ocurrido para que los responsables respondan ante la justicia y las víctimas reciban la reparación correspondiente.
Recordó también que cuando en una acción de protesta se producen incidentes violentos que conducen, como último recurso, al uso de la fuerza, las autoridades deben ceñirse a los principios de razonabilidad y proporcionalidad, evitando violaciones del derecho a la vida y a la integridad física.