Oaxaca.-No espero ni pido que nadie crea el extraño aunque simple relato que voy a escribir. Estaría completamente loco si lo esperase, pues mis sentidos rechazan su evidencia. Pero no estoy loco, y sé perfectamente que esto no es un sueño…Las consecuencias de estos episodios me han aterrorizado, me han torturado y, por fin, me han destruido…”; describe aquel maestro que ve en la muerte su musa y en ella confía.
El corazón palpita cuando sus historias son contadas, envuelve el ambiente de temor. Para él, la muerte usa una máscara roja, envuelta en un manto que cubre un cuerpo descarnado, infundiendo en todos, terror. En cada una de sus palabras se extiende el misterio y el horror.
Él, un maestro del suspenso, vuelve al corazón un delator, a un gato negro en su condena y al cuervo su máximo poema. Alcohólico y jugador, muestra de desesperación y temor. Joven problema, que en sus poemas y sus historias muestra que todos tenemos miedo a lo inexplicable alguna vez.
Edgar Allan Poe fue escritor, poeta y critico; en cada una de sus obras manifiesta que el miedo y la perversión son tan bellos como para aparecer en la literatura. Y recrea en la mente de su lector, un escenario cuyos hechos son inimaginables.
Poe nació en 1809 en Boston, huérfano a los pocos años, fue criado bajo la tutela de John Allan, el cual lo envió a instituciones privadas en donde el joven siempre era expulsado. Asistió a la Universidad de Charlottsville en 1825; sin embargo, optó por dejarla. También su padre adoptivo como forma de apoyarlo le consiguió varios empleos que terminaba abandonándolos. Fue tanto su rebeldía que su padre adoptivo decidió desheredarlo, dejando a Edgar en la miseria.
Así, buscando una forma de sustento, Poe encuentra en la literatura una forma de conseguir dinero, primero, escribiendo críticas y ensayos y luego sus fantásticas historias, las cuales envuelve al lector en un mundo oscuro, en donde los sucesos extraordinarios es su sello real.
Allan Poe, publicó su primer libro,
Termelan y otros poemas, en 1827. Estando en el ejército publica su segundo libro,
Al Aaraf en 1829; para 1831 sale
Poemas.
Encontró el amor en Virginia Clem, su pequeña prima, con la cual se caso en 1832, cuando ésta tenía 14 años de edad, y a pesar de que se amaban, la pobreza y la enfermedad hicieron que Clem muriera en 1847.
“El cuervo” (1845) es uno de sus trabajos literarios más reconocidos por su ritmo y sonoridad del verso, además por su larga extensión. Sus cuentos son historias originales y llenas de genialidad, donde mezcla temas como la melancolía, amores desgarradores, el excentricismo, episodios de psicosis, entre otros. Pero su tema predilecto, es la muerte.
“Era la muerte roja, la cual llegó como un ladrón en la noche. ..cayeron uno a uno en las salas manchadas de sangre. Con la muerte del último de aquellos seres cesó la vida en el reloj de ébano. Se extinguieron las llamas de los braceros. Y la ruina, las tinieblas y la muerte roja extendieron su ilimitado reino. (Poe, La muerte roja, en
Narraciones Extraordinarias)”
Poe no pertenece a un movimiento literario concreto, él se preocupó de alejarse de todo lo posible de las corrientes o movimientos de su época. Sin embargo, es innovador, ya que con
Los crímenes de la calle Morgue fundó el género de la novela detectivesca.
Además, con los
Cuentos de lo grotesco y de lo Arabesco (1840) Poe refleja un ambiente gótico y siniestro, con intervenciones sobrenaturales. Y no se puede dejar de hablar de
Narraciones Extraordinarias, el cual reúne una serie de relatos publicados en diferentes revistas. Este libro está lleno de un espíritu siniestro y tempestuoso, en donde son memorables los cuentos policiacos y de miedo contenidos en él.
Edgar Allan Poe muere el 7 de octubre de 1849, dejando inconcluso su sueño de fundar su propio periódico, además su muerte ha sido polémica, pues realmente no se conoce la verdadera razón que la provocó, unos aseguran que fue un episodio de delirium tremens mientras otros aseguran que fue el alcohol el cual lo llevó a su final.
Sin importar la razón, Edgar Allan Poe se ha encontrado con la muerte, aquella a quien tanto le escribía y a quien tanto le mostraba su admiración. Su fallecimiento no significa su muerte, sino el principio de una historia en donde cada uno participa en ella.
“¡Presten atención, por favor! ¡Miserables! ¡No disimulen!…¡Aquí está el cádaver! ¡Y ése es el latido de su implacable corazón!” (Poe, El corazón delator)