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Oaxaca.-Desde 2005 al menos 40 defensoras y defensores de los ríos contra proyectos de presas han sido asesinados entre México, Centroamérica y Colombia.
El lanzamiento en 2008 del Proyecto Mesoamérica entre estos países ha provocado un aumento drástico de imposición de represas por privatizar el agua y la energía. Ante esto los pueblos han visto la necesidad de defender sus tierras, ríos y territorios.
Por lo tanto, los gobiernos y empresas privadas involucradas en dichos proyectos los han criminalizado de manera contínua. Las
presas son presentadas como soluciones para combatir el cambio climático y reciben importantes apoyos económicos para su financiamiento, pero las presas no son proyectos sustentables de energía limpia, son proyectos de muertes tintados de sangre, destruyen la naturaleza, desplazan pueblos y provienen de intereses privados.
Los proyectos de presas en América Latina representan un jugoso negocio en su etapa de construcción, en la producción y privatización de energía (muy vinculado con la actividad minera). Ver el mapa del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder):
Mapa de Asesinatos por Represas en Mesoamérica.