Oaxaca.-El doctor en antropología lingüística Fidencio Briceño Chel, quien durante tres décadas se ha dedicado a recorrer las comunidades indígenas de la península de Yucatán, en las que ha abrevado el conocimiento de la lengua maya, será distinguido este 14 de octubre con la Medalla Yuri Knórosov, durante la inauguración de la IV Mesa Redonda del Mayab. El lenguaje entre los mayas
, en Mérida, Yucatán.
“Recibir esta medalla me da una enorme alegría, porque más que distinguir al investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es una forma de reconocer y hacer justicia al habla maya, en este año que el Festival Internacional de la Cultura Maya está dedicado a la lengua y la imaginación”.
Briceño Chel, quien ha publicado numerosos libros, manuales, cuentos infantiles y diccionarios español-maya, recibirá la Medalla Yuri Knórosov, en el marco del V Festival Internacional de la Cultura Maya, junto con el arqueólogo Peter Schmidt, quien se ha destacado por sus contribuciones en el estudio de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá.
El investigador, adscrito al Centro INAH Yucatán, ha luchado para que la lengua maya sea vista como parte del patrimonio cultural de México, porque a pesar de ser una de las más habladas en todo el país —cuenta con más de 800 mil usuarios—, se encuentra en riesgo por la falta de espacios para su uso y la discriminación hacia sus hablantes.
Esa discriminación, que él propio Briceño padeció, lo llevó a trabajar en los últimos 30 años en la documentación, difusión, revitalización y refuncionalización de la lengua maya para que se pueda apreciar “como un patrimonio vivo que debe ser valorado”.
A decir del experto, Mérida es una de las ciudades con mayores problemas de discriminación en el país. “Cuando llegué, siendo muy joven, hablaba maya pero la gente me volteaba a ver y entonces dejé de usarla, y eso todavía pasa; en mi trabajo he documentado que los migrantes abandonan su lengua en el medio de transporte, una vez que bajan hablan español porque dicen que no los comprenden, pero eso es falso porque las personas lo entienden, pero no lo usan”.
En el Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales, publicado por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y coordinado por Fidencio Briceño, se observa que el maya yucateco es la variante lingüística más hablada, aunque no se le da ese reconocimiento.
“Las instancias estatales y federales señalan que el náhuatl es el más utilizado, pero se debe aclarar que hay 30 variantes lingüísticas de esa lengua, con más de un millón y medio de hablantes, en el caso del maya yucateco sólo es una variante, pero si se reunieran las otras 20 (tzeltal, tzotzil, tojolabal, entre otras) serían dos millones de usuarios del maya en México”.
Los 800 mil hablantes del maya yucateco se encuentran en la península de Yucatán, y de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, el grueso de la población hablante fluctúa entre los 20 y 24 años, lo cual es muy preocupante a decir del especialista, porque eso significa que los niños ya no lo utilizan, sí lo hacen, es sólo en espacios domésticos, de ahí que exista la necesidad de revitalizarlo.
Briceño Chel refirió que se debe cambiar la ideología de las nuevas generaciones y mostrarles que el maya es igual de rico que el español, inglés, francés o cualquier otra lengua del mundo, para lo cual se han elaborado manuales con actividades que los niños conocen, como las adivinanzas, trabalenguas, cuentos cortos, canciones, juegos, etcétera.
“Es una labor que he realizado por más de 20 años y ahora los jóvenes promotores en lengua maya, son aquellos niños que tomaron talleres conmigo y que se han transformado en sus defensores, porque reconocen su riqueza”.
El trabajo del lingüista de origen maya también abarca la elaboración de normas de escritura para la lengua maya, porque a pesar de que son 800 mil los usuarios, apenas 1% lo sabe leer y escribir, esto se debe a que en su mayoría el conocimiento se transmite en forma oral.
El investigador del INAH, quien actualmente coordina el Proyecto de Documentación, Fortalecimiento y Difusión del Maya Peninsular, dijo que en los últimos años se ha buscado una escritura estandarizada, porque contar con normas permite ser leída por un número mayor de personas”.
Finalmente, el antropólogo Briceño expresó su satisfacción porque la Medalla Yuri Knórosov también será otorgada al destacado arqueólogo Peter Schmidt, quien dijo, “es toda una institución en el estudio del área maya; hablar de la arqueología de Chichén Itzá no se puede hacer sin mencionarlo; él abrió las veredas del conocimiento para entender esa ciudad y esta distinción es el reconocimiento a su labor y las aportaciones que ha hecho sobre esta cultura milenaria.