El caso ocurrió el pasado 23 de septiembre en las inmediaciones del puente colgante de esa localidad donde el sujeto identificado como Cirilo Jerónimo Cruz, un ferviente evangélico, encontró a la menor, a quien, repentinamente, atacó y abusó sexualmente. Consumado el acto, la menor se dirigió a su vivienda. Los familiares de la víctima revelaron al medio local Ruta 135 que la niña comenzó a presentar diversos malestares y su salud se veía afectada, además de que mostraba un comportamiento distinto que la alejaba de las demás personas, fue así como les contó lo sucedido. El padre de la menor acudió a las autoridades, pero al no obtener una respuesta acudió al domicilio del agresor para encararlo pero solo encontró a la esposa, quien acusó a la menor de edad de ser la culpable de los acontecimientos por haber “seducido” a su esposo.

Ante la insistencia de los familiares para que se hiciera justicia mediante la autoridad de la localidad, el pasado 15 de septiembre el agente municipal llamó al agresor, quien según medios locales, es identificado además como amigo suyo, y le impuso una inusual sanción: pagar su falta con dos cartones de cerveza al padre de la menor agraviada. La salud de la menor empeoró días después de la agresión y fue llevada el 21 de septiembre a la clínica de salud ubicado en la cabecera municipal de San Pedro Sochiápam. Ahí, el personal médico determinó que sí hubo una agresión sexual contra la menor, por lo que fue remitida al síndico municipal de Sochiápam, quien a su vez apoyó a la menor y a la madre canalizándolas al hospital de Cuicatlán para su valoración médica. Los denunciantes señalaron a la prensa local que el agresor sexual goza de total impunidad y se desplaza sin ningún temor por las calles de la comunidad. Por ello, pidieron el apoyo de las autoridades y de colegios de abogados para les brinden asesoría y el responsable del abuso pague con cárcel. Santiago Quetzalapa es uno de los 418 municipios de Oaxaca que se rigen por usos y costumbres. La única manera de ingresar al poblado es a pie. Debido a su marginación, muchos de los delitos que ahí se cometen no son atendidos por las autoridades.