Oaxaca.-Catalina Bu, quien con tan sólo 27 años se ha convertido en una de las más destacadas ilustradoras chilenas, convivió y trabajó con niños oaxaqueños en la actividad ¡Lo que me gusta dibujar! Creación de un mural colectivo, realizada la mañana de este martes como parte del Programa Infantil y Juvenil de la 36 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO). Antes de iniciar la actividad, Bu relató un poco sobre sus orígenes en la ilustración. “Me fui a estudiar ilustración a Santiago, siempre me interesó como otras cosas creativas. Decidí dedicarme al dibujo porque es un lenguaje con que puedes comunicar muchas cosas. Me siento muy cómoda trabajando con el dibujo, creo que soy libre, tiene muchos espectros de creación”.
“Para mí en la ilustración y en el arte en general el espectro es demasiado amplio, las ideas son infinitas, pero me gusta mucho priorizar las ideas sobre la técnica, no quedarme solamente en algo estético. Me gusta fijarme en lo cotidiano, me gusta poder observar los detallitos de la simpleza de la vida, pero que aún así hay un hilo más fino que une todo eso”, dijo la autora sobre sus temas recurrentes. “Me gusta detenerme en esos pequeños detalles que unen la vida cotidiana, que esconden algo más profundo. Me gusta detenerme en esas cosas que a todos nos pasan. Mi libro habla de esos fracasos cotidianos que nos pasan en la casa, que a nadie le importan pero que a todos suceden, cosas que nos pasan en la intimidad. Esos detallitos sencillos, estúpidos, a mí sí me conmueven”, agregó sobre sus librosDiario de un solo I y II. “Los logros y el éxito se miden distintos cada uno. Mi éxito y exitismo es raro, pero para mí mi ambición era ser feliz y lograr mi pasión, y lo he logrado porque me gusta lo que hago. Ese es mi mayor logro, lograr vivir de mi pasión, ser feliz haciendo lo que más me gusta”, comentó Bu sobre las satisfacciones que le ha traído su carrera, la cual la ha llevado a colaborar con importantes editoriales y revistas. Durante la creación del mural colectivo con niños oaxaqueños, Bu y sus alumnos emplearon lápices, tijeras, papel y pegamento para crear figuras relacionadas con el entorno oaxaqueño, y pegarlas luego en una superficie negra.Sobre el acercamiento a los menores a través de su trabajo, Bu declaró que “cuando trato de dibujar para los niños trato de ponerme en el lugar de ellos, y no es tan difícil, porque mi dibujo tampoco tiene una técnica tan increíble. Soy como niña y me siento como una, entonces no debo hacer gran diferencia”.