Ciudadania Express
Lunes 14 de noviembre, 2016. 11:51 am

FILO 2016/Psiques rotas, viajes a marte y realismos distorsionados llegan a Almadia

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Rodrigo Islas Brito Oaxaca.- Dos autores bolivianos, Liliana Colanzi  y Edmundo Paz Soldán, son las más recientes novedades literarias de la Editorial Almadia. Los dos se desencantan por dos compendios de cuentos, Colanzi con Nuestro Mundo Muerto  y Paz Soldán con Tiburón, que hablan de un mundo poblado por gente que ya no alcanza a descifrar sus sueños, ni a recorrer el verdadero sendero de sus voluntades. pazsaldaña “Lo que me atrae de la psique humana es que es tan fácil de romper, nosotros basamos toda nuestra certeza en el mundo a través de esta exterioridad que consideramos la realidad”. Dice la joven escritora Colanzi, quien tiene un libro detrás, Vacaciones permanentes y llegó a Almadia al hacerse del premio Aurea Estrada del año pasado. Menos joven, más experimentado, con más de diez libros publicados detrás entre libros de cuentos y novelas, Paz Soldán se confiesa saliendo un poco de su faceta de escritor de ciencia ficción. “Siempre me ha interesado lo político y lo social. La ciencia ficción puede ser entrenamiento, pero me interesa más la ciencia ficción que está anclada a la política. Si amo el mundo de George Orwell es por su reflexión sobre los totalitarismos, por su paranoia sobre la guerra fría”. Recuerda sus primeros cuentos  a los que califica como muy realistas. Afirma que en Tiburón hay un salto. “Siempre ha tratado de evolucionar con un sentido de aprender, y me dije, con esto me tengo que tirar a la piscina”. Por parte Colanzi va también sobre la ciencia ficción, pero antes  señala que en su obra lo que busca es “plantear situaciones límite en las  que los personajes se están enfrentando a un tipo de quiebre psíquico, de una realidad que se está fragmentando”. Que buscó con su nuevo libro salirse del contexto urbano  y del realismo a ultranza de su anterior publicación, con una creación sin personajes próximos, donde biográficamente ella estuviera muy lejana De la ciencia ficción y a la fantasía señala que uno de los ochos cuentos de su libro va sobre una mujer que delira en Marte, para el cual la autora se basó en la historia real de una chica boliviana de 18 años que fue seleccionada para ir a Marte por una compañía estadounidense. “En la entrevista dijo que se estaba preparando arduamente para el desafío. Trate de imaginar lo que podría pasarle a la mente en una situación así de radical”. “No quise releer a Ray Bradbury ni a sus Crónicas marcianas, ni tampoco la literatura de ciencia ficción de los cincuenta y los sesentas. Me decidí  a explorar esa sensación que todos llegamos a tener en la que creemos que es algo que es percibido por todos de una misma manera, pero de lo que al final nos damos cuentas que no es así” Se refiere entonces a la muerte, a la que nombra como “algo con lo que estamos negociando todo el tiempo”. Dice que en los cuentos que integran su nueva entrega hay un sentimiento de muerte todo el tiempo “Alfredito, es el cuento con el que tal vez me haya divertido más. Trata sobre niños de diez años que van a un velorio de uno de sus amigos de clase que se acaba de morir”. Apunta que se dispuso a recordar la extrañeza y la naturalidad  con la que un niño toma la sensación de  la muerte, remitiéndose a un recuerdo de infancia. “Un compañerito murió y yo no comprendía que había pasado, pensaba que iba a volver al día siguiente”. edmundopazEdmundo Paz Soldán por su lado reflexiona sobre la complejidad que puede guardar su prosa, comenta que hay gente que le ha dicho no comprender de donde salen ciertas cosas de sus textos. “Yo les digo, por favor ténganme paciencia treinta páginas. Soy muy consciente del riesgo y muy consciente con el hecho de que puede haber lectores que no estén muy dispuestos a tomar ese riesgo conmigo”. “La novela que estoy escribiendo ahora es realista, pero es un realismo distorsionado producto de cinco años de estar escribiendo ciencia ficción. No es mi mismo realismo de antes”. “Las obsesiones luego son más fuertes de lo que uno quisiera, uno cree que está haciendo algo nuevo y luego viene un crítico y te dice, oye pero esto es lo mismo escribiste antes pero solo con otro paisaje” “Yo reivindicó y me voy a los matices. Digo es igualito, pero puede ser que hay otros matices que lo hacen diferente”. Sobre si hay un cuento en especial en Tiburón que le resulte su favorito, el escritor asegura que no hay ninguno, aunque uno de ellos lo destaca por algo que le han comentado bastante sobre sus personajes, a los que han tachado de ser unos cínicos. “El cuento se basó en un historia real, en un amigo de la juventud  que se presentaba como doctor. Lo más impresionante es que él llegaba a tu casa a comer empanadas en un uniforme, diciéndote que venía de la clínica  y que se tenía que ir rápido porque tenía una emergencia médica”. “Años después nos enteramos que él compraba notas, que  nunca había ido a la universidad  y que toda su historia estaba pegada con alfileres. ¿Cómo capturas eso? Había algo seductor en este personaje”. Apunta que en sus primeros años le gustaba mucho leer a Juan Carlos Onetti, que le encantaba esa mirada suya entre perversa y cínica del mundo. Por su lado Colanzi asegura  que el cinismo a veces es un mal necesario, otras una justificación. Los dos escritores bolivianos se pronuncian por conjurar el cinismo personal creando otros mundos y atomizando la realidad del actual. Los dos nuevos fichajes de Almadia hablan de que algo peor que el cinismo es la falsedad y que a ese no piensan llegar jamás.  
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