Oaxaca.-En tres pequeñas cajas confluye la sensibilidad de la fotógrafa italiana Tina Modotti con la de dos grandes muralistas mexicanos: Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Ahí caben 115 imágenes en blanco y negro, donde la precursora del fotoperiodismo crítico en México también pintó, pero con luz, lo que esos artistas habían plasmado con pinceles en los muros de la Secretaría de Educación Pública, la Universidad Autónoma Chapingo y el Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Modotti nació el 17 de agosto de 1896 y murió el 5 de enero de 1942. Así, a 120 años de su nacimiento, se recuerda que la Colección Tina Modotti forma parte del Archivo Fotográfico Manuel Toussaint (AFMT) del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE), cuya importancia radica en dos aspectos principales: son fotos impresas por ella misma y tomadas en una fecha cercana a la realización de los murales, entre 1926 y 1930, con lo cual adquieren un valor testimonial.
Cada una, resguardada en polipropileno que impide la acidez y la humedad, es de época; tiene el sello original, ella las imprimió y gracias a eso se aprecia su gama de grises.
Maricela González, encargada de la colección y autora del catálogo de la misma, explicó que de las imágenes –casi todas en un formato de 8 por 10–, sólo cinco son relativas a Orozco; la mayoría, 71, hacen alusión a los murales al fresco de Rivera en la SEP, y el resto son de Chapingo, así como retratos y acuarelas.
La recopilación, abundó, es referente a obra plástica, porque el archivo fotográfico del IIE es básicamente de arte mexicano. No obstante, a la fecha se desconoce cómo llegó a esa entidad de la UNAM.
[caption id="attachment_229211" align="alignleft" width="200"] Grupo de niños de Chipiltepec. 1928. CONACULTA.INAH.SINAFO.FN. Foto tomada de la revista Alquimia número 50.[/caption]González recordó que Clementina Díaz y de Ovando, la fallecida cronista de esta casa de estudios e investigadora emérita, le comentó la posibilidad de que se haya obtenido por mediación del bibliógrafo, escritor e historiador Felipe Teixidor. En tanto que Luis Rodríguez, responsable por muchos años de la biblioteca del IIE, opina que formaba parte del acervo de Abelardo Carrillo, donado en 1976.
Lo cierto es que al estar en excelente estado de conservación, las fotos pueden ser consultadas por investigadores, profesores y estudiantes. Esto es, de hecho, algo de lo más solicitado de la fototeca. El material está digitalizado, cuenta con una ficha que se consulta en la red y no es necesario asistir a Estéticas, pero algunos especialistas sí. “En particular, expertos extranjeros que las revisan”.
Durante los años en que hizo las tomas, Modotti se había radicalizado y había dado contenido social a su trabajo; se había vinculado con los muralistas y ellos mismos le encargaron fotografiar sus obras para hacer difusión en el extranjero o en revistas como Mexican folkways.
La colección, antes de formar parte del AFMT, se encontraba en la biblioteca del Instituto. El cuidado ha sido extremo para conservar este tesoro. Sólo una foto fue restaurada; las demás están en perfecto estado. Se limpiaron en seco y además de colocar guardas libres de ácido, se depositaron en cajas, también libres de ácido. Se resguardan en un lugar especial, con control de temperatura y humedad.
Al momento de consultar la colección, la manipulación debe hacerse con guantes. Además, se sacan de la bóveda a la prebóveda, para que se estabilicen durante un tiempo.
En cuanto al catálogo, donde se incluyen las 115 tomas, se cuidaron los datos: formato, año, número de inventario y en qué museo se ubica la obra, entre otros. “Sabemos que la labor más importante de Tina se desarrolló en México; no son muchas fotos, pero son fundamentales para nuestra historia”, consideró Maricela González.
Rocío Gamiño Ochoa, coordinadora del AFMT dijo que la de Modotti es una de las 28 colecciones especiales del archivo (que se fundó en 1934); entre ellas, las de relevantes fotógrafos e historiadores del arte. “El gran repositorio de origen es el Fondo de Diapositivas, que tiene más de 750 mil imágenes de arte mexicano y universal”.
En la fototeca, incluido el fondo blanco y negro, se resguardan casi 900 mil imágenes. “Se ha vuelto un lugar obligado en el mundo editorial y de la docencia, y hasta canales de televisión han acudido a solicitar algún servicio. Es un archivo gráfico esencial para la historia del arte y es precisamente su género lo que lo hace especial”, concluyó.