Ciudadania Express
Martes 30 de agosto, 2016. 12:30 pm

Libro de Claudio Lomnitz analiza el radicalismo trasnacional México-EU

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Oaxaca.-El libro El regreso del camarada Ricardo Flores Magón tiene como propósito analizar el primer movimiento radical trasnacional de México y Estados Unidos, el magonismo, que se extendió y se transformó en un referente de la lucha social en ambas naciones, aseguró el autor de origen chileno, Claudio Lomnitz. “Contrario a lo que se pudiera pensar, no es una novela histórica para recuperar el pensamiento de los hermanos que se opusieron a Porfirio Díaz; es una biografía colectiva y no individual”, precisó durante la presentación de su obra en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH). El antropólogo y profesor de la Universidad de Columbia, Estados Unidos, añadió que a lo largo de las 718 páginas también hace mención de los líderes obreros y anarquistas, como Lázaro Gutiérrez de Lara y Práxedis Guerrero; del periodista estadounidense John Kenneth Turner, quien escribió México Bárbaro en la primera década del siglo XX, y de la esposa de éste, Ethel Duffy, entre otros personajes ligados al magonismo. Estas figuras, dijo, formaron parte, directa o indirectamente, del exilio de Ricardo Flores Magón en Estados Unidos ante la persecución de Porfirio Díaz, hecho que le permitió conocer de cerca el racismo hacia los inmigrantes. Libro de Claudio Lomnitz analiza el radicalismo trasnacional México-EULomnitz sostuvo que los magonistas, fundadores del Partido Liberal Mexicano, también experimentaron el maltrato y la xenofobia, por lo que participaron activamente en los movimientos sociales de unificación de la clase migrante en Estados Unidos, antes de que fueran encarcelados por violar una ley de neutralidad que prohibía involucrarse en asuntos internos. En su opinión, Ricardo Flores Magón (1873–1922) fue uno de los grandes intelectuales de México, pero no por ello pretendió mitologizarlo en su obra. “Reconozco su ascetismo, vivió en la pobreza para demostrar que no robó ni timó a sus compañeros obreros y que fue la principal figura moral del movimiento, pero el eje de este libro es hablar del magonismo a través de los archivos y cartas localizadas, las fotografías que aún existen y algunas versiones apócrifas de su vida. Comentó que hurgó en la Sociedad Histórica de San Diego, en archivos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México y en documentos de los descendientes de los protagonistas. Una de esas versiones míticas, citó, es la relativa a que Ricardo Flores Magón murió asesinado en la celda que ocupaba en la prisión federal de Leavenworth, Kansas. Existen documentos de esa cárcel que certifican que falleció como consecuencia de enfermedades, como la diabetes y “quizá podríamos hablar de una negligencia médica exagerada”. Admitió que los documentos no siempre resuelven dudas; los magonistas, por ejemplo, sabían que su movimiento estaba infiltrado y que eran constantemente vigilados, de manera que Lomnitz no descartó que los hermanos Flores Magón hayan “ocultado muchos datos” en sus misivas. “Cada generación escribe su propia historia, y este trabajo no pretende ser definitivo. Tras la publicación de este libro, mucha gente me ha contactado, como descendientes de Ricardo Flores Magón o de Turner (John Kenneth), quienes aseguran que cuentan documentos inéditos”. Durante los comentarios sobre el libro, Hilario Topete Lara, profesor investigador de la ENAH, admitió que hablar de Ricardo Flores Magón resulta difícil, y más aún porque la obra de Lomnitz presenta a un personaje de carne y hueso, lo que en México podría considerarse como una provocación. Anotó que El regreso del camarada Ricardo Flores Magón fue publicado originalmente en inglés, de tal manera que la trasnacionalidad del radicalismo del que se habla es vista desde la óptica estadounidense; además esta obra, publicada por la editorial Era, resulta interesante porque describe a un anarquista que pasó más de la mitad de su vida fuera del país, que estuvo encarcelado por muchos años, pero que nunca agachó la cabeza, y además se reconoce que Ricardo Flores Magón fue un revolucionario, aunque nunca haya tomado un arma en sus manos.
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