Oaxaca.-Más de 4,000 títulos son una de las aportaciones más importantes que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha realizado desde su fundación, hace ya 77 años, al acervo editorial de nuestro país. De este vasto universo, una cuidada selección de 84 volúmenes se reúne en la muestra Memoria de México. Contribuciones bibliográficas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, en el Museo Nacional de las Culturas, para dar a conocer, con apoyo de herramientas digitales e interactivas, el devenir del trabajo de investigación del Instituto. En el acto inaugural, Teresa Franco, directora general del INAH, reconoció que “si hay algo que hoy urge es el análisis antropológico a nivel mundial”, por lo que es de gran importancia que esta muestra refleje el andamiaje que el INAH y sus investigadores han ido construyendo a favor de “una lectura contemporánea, crítica y abierta de la sociedad y su patrimonio construido”. Al acto se dieron cita Enrique Ortiz Lanz, coordinador nacional de Museos y Exposiciones;  Jaime Bali Wuest, curador de la muestra; Leticia Perlasca Núñez, coordinadora nacional de Difusión, y Gloria Artis Mercadet, directora del recinto, entre otros invitados. La exposición incluye las contribuciones editoriales del antiguo Museo Nacional, cuya sede es el mismo inmueble donde se presenta la exhibición como reconocimiento al recinto que sentó las bases de la vida cultural de la nación surgida después del movimiento independentista. La muestra bibliográfica, que fue curada por Jaime Bali, ofrece un recorrido por el rico legado del INAH a partir de su creación en 1939, presentando algunos hitos que dan cuenta del esmerado trabajo de centenares de investigadores a lo largo de los años. Al recordar que el recinto se convirtió en “una aspiración cultural del México independiente” aquel 1825 en que se inauguró el Museo Nacional, Jaime Bali dijo que la exposición adquiere un carácter especial al presentarse en la que fuera la gran Sala de Monolitos, hoy Sala Pacífico, en una superficie de 440 metros cuadrados. El discurso museográfico cuenta con el apoyo de la tecnología digital para que los visitantes tengan acceso a una mesa interactiva con los catálogos de libros y publicaciones periódicas del INAH, que permiten hojear página por página algunos de los títulos de la muestra, cinco vitrinas digitales y cuatro paneles de vidrio con proyecciones holográficas. Asimismo, están dispuestos dos mezanines: uno como sala de proyección de documentales relacionados con la arqueología, la antropología y la historia, y el otro como sala de lectura con alrededor de 100 títulos adicionales. Como parte de la ambientación, figura un gran muro blanco que funge como pantalla para una proyección de gran formato, en la que inicialmente se rinde tributo a la Piedra del Sol en el mismo espacio que ocupó hace tantos años, expresó el diseñador de la muestra, Rodrigo Castillo. Las herramientas multimedia presentan imágenes “en movimiento, animadas, una representación moderna del monolito, y después una línea de tiempo de los periodos de edición de los libros, así como algunas de las obras de esta muestra”. La exhibición, presentada a manera de testimonio gráfico y digital, está dividida en cuatro ejes temáticos: “Arqueología”, “Antropología”, “Historia” y “Monumentos”, atendiendo a las principales ramas de estudio de los investigadores del INAH. El centro de la exposición es una mesa interactiva con catálogos multimedia y continúa hacia las diferentes áreas temáticas donde cada pieza bibliográfica se acompaña de una cédula con textos e imágenes, algunas de las cuales pertenecen a cada publicación y otras dan un contexto histórico de los años de edición de cada libro, desde 1857 hasta nuestros días, con base en un exhaustivo trabajo documental. Obras seminales para la investigación a cargo de autores como Manuel Gamio, Alfonso Caso, Alberto Ruz Lhuillier, Beatriz Barba, Enrique Florescano, Julio César Olivé, Guillermo Bonfil Batalla, Eduardo Matos Moctezuma, Linda Manzanilla y Leonardo López Luján, se presentan de manera cuidadosa en esta exposición. Entre la bibliografía se encuentran títulos como La arquitectura de Yaxchilán, de Alberto García Moll (2003) en el área de Arqueología; Muerte a filo de obsidiana, de Eduardo Matos Moctezuma (1978), y Atlas histórico de la Ciudad de México, de Sonia Lombardo (1996), en el rubro de Historia. En la sección de “Monumentos” resalta Tres siglos de arquitectura colonial, de José R. Benítez, L. Mac Gregor, Manuel Toussaint y L. E. Rosell (1933), y para el área de “Antropología” se encuentran La población del Valle de Teotihuacan, de Manuel Gamio (1922), y Diagnóstico sobre el hombre en el Sudzal, Yucatán, de Guillermo Bonfil Batalla (1962). Otro títulos editados antes del nacimiento del INAH y que se exhiben en la muestra son: Descripción de algunos objetos del Museo Nacional de Antigüedades de México, de José Fernando Ramírez (1857), Homenaje a Cristóbal Colón. Antigüedades mexicanas, de Junta Colombina de México (1892), y Crónica oficial de las Fiestas del Centenario de la Independencia, de Genaro García (1911). “Este alto en el camino permite a los visitantes evaluar lo que significa tener una institución como el INAH, donde investigadores de gran calidad durante muchos años han estudiado diversos temas generando una bibliografía fundamental para la identidad cultural de México. También sirve para pensar en los campos que seguramente los investigadores desarrollarán en el futuro”, recalcó Bali. Especialista en el sector editorial, el curador originario de Parral, Chihuahua, colaboró en el INAH al frente de la Coordinación Nacional de Difusión y la Dirección General de Publicaciones, áreas en las que tuvo la oportunidad de conocer a destacados arqueólogos, antropólogos, historiadores, restauradores y diversos especialistas, así como sus trabajos desde las etapas primarias hasta su culminación, que en muchas ocasiones llegó a ser la edición y publicación de sus estudios. Memoria de México. Contribuciones bibliográficas del Instituto Nacional de Antropología e Historia se exhibe a partir del día 31 de marzo en la Sala Pacífico del Museo Nacional de las Culturas, ubicado en Moneda 13, Centro Histórico, Abierto de martes a domingo, en un horario de 10 a 17 horas. La entrada es gratuita.