Bertha Rodríguez Santos/Fotos: Leopoldo Peña
Los Angeles.California
.- Un corazón sangra sobre una de las cruces que llevan inscritos los nombres de los oaxaqueños asesinados por la policía federal en Oaxaca el 19 de junio, decenas de velas encendidas y flores forman un altar en el monumento a los héroes húngaros, justo enfrente del Consulado Mexicano en Los Angeles. La comunidad migrante del Sur de California así como grupos indígenas asentados en estas tierras mostraron este viernes, su total respaldo al movimiento magisterial mexicano.
Alrededor de 500 personas se congregaron frente a la representación del gobierno mexicano, llevando veladoras, flores, carteles y mantas que condenaban el asesinato de manifestantes contra la reforma educativa, en Nochixtlán, Oaxaca.
Los oaxaqueños de varias regiones de ese estado al sur de México, se hicieron presentes en la manifestación convocada por el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), también llegaron miembros del sindicato de Maestros Unidos de Los Angeles (UTLA, por sus siglas en inglés), integrantes de organizaciones mexicanas en el Sur de California y líderes del histórico Movimiento Indígena Americano (AIM, en inglés).
Flanqueado por dos banderas de las naciones nativas de Estados Unidos, Shannon Rivers, de AIM, dijo que la comunidad indígena de este país “no sólo exigimos justicia en Oaxaca por nuestros hermanos que han perdido la vida, por los niños que han perdido su vida, y por todas las familias que están luchando pero (queremos decir que) lo que está pasando en estos momentos no es nada nuevo, el gobierno opresor de México sigue violando los derechos del pueblo de México”.
Agregó que lo que los pueblos del continente tienen que hacer es deshacerse del sistema capitalista y el militarismo que lo sostiene. “La gente necesita una voz y nuestros hermanos de Oaxaca necesitan esa voz”.
Agregó: “la gente indígena de Oaxaca está pidiendo una educación acorde con su sistema de educación y cultura. No podemos ponerle un curita a la situación. Tenemos que dar la lucha dentro del sindicato y fuera de él. Tenemos que ir más allá de eso porque los pueblos indígenas tienen derecho a su propia educación, a su propia economía, a sus propias formas de vida y a la autodeterminación”.
“Nosotros apoyamos una verdadera transición y una resistencia verdadera para detener a los gobiernos de Estados Unidos y México de estar oprimiendo a la gente de color y parar la sangre derramada y la sangre en las manos del gobierno mexicano”, añadió Rivers quien afirmó que los indígenas nativoamericanos apoyan a los maestros de Oaxaca, al tiempo que pedía a la concurrencia alzar el puño en alto.
Una larga lista de oradores expresaron su preocupación por lo que ocurre en México en estos momentos y se comprometieron a continuar los esfuerzos por recaudar recursos que ayuden a los pueblos y organizaciones que en Oaxaca enfrentan las dificultades derivadas de la reciente represión, así como contribuir al desarrollo del movimiento de oposición a una serie de reformas estructurales impulsadas por la administración del presidente Enrique Peña Nieto.
En intervenciones por separado, las profesoras Arlene Inouye, del sindicato de maestros de Los Angeles (UTLA) y Rosemary Lee, de la Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública en Estados Unidos, condenaron los hechos violentos en contra de los educadores oaxaqueños y se comprometieron a continuar presionando a los gobiernos de México y Estados Unidos para que se respete el derecho de los pueblos a una educación financiada con los recursos de los propios contribuyentes y no como un gasto extra que tenga que pagarse.
Varios oradores se pronunciaron en favor de respaldar la lucha del magisterio oaxaqueño y al movimiento social mexicano por un cambio de rumbo en el país. En la protesta también se hicieron presentes, mensajes fraternos de la comunidad maya de Guatemala, y organizaciones y ciudadanos de Honduras, Nicaragua, El Salvador, Bolivia y Chile, entre otros países latinoamericanos.
Un participante leyó los nombres de los muertos y la concurrencia guardó un minuto de silencio en su memoria.
Antes de que concluyera la manifestación, los presentes se unieron a las comunidades oaxaqueñas entonando uno de los himnos de Oaxaca, el “Dios Nunca Muere”, con letra adaptada a lo que está sucediendo en el estado. Igualmente, la música de jarana resonó con versos que relatan la situación de lucha social en tierras mexicanas.
Integrantes del Frente Indígena como el académico universitario mixteco Gaspar Rivera, la vice-coordinadora binacional del FIOB, Odilia Romero y el coordinador de jóvenes, Luis López Reséndiz expresaron ante los medios de comunicación su condena al uso de la fuerza policiaca para reprimir la disidencia en Oaxaca, así como sostener un consistente respaldo a los maestros y sus dirigentes.
Varias organizaciones continuarán el domingo manifestaciones de solidaridad en la Placita Olvera en Los Angeles y en otras ciudades del Sur de California. Este tipo de movilizaciones también se realizan en San Diego, Oxnard, Fresno, Santa María, San José, Greenfield y Salinas, California, así como en otras entidades de Estados Unidos.