Oaxaca.- Con respeto y admiración a su legado histórico en el contexto Oaxaqueño, la mañana de este viernes se rindió un homenaje a Rubén Vasconcelos Beltrán, Cronista de la Ciudad y Ex Rector de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.   El primer patio del Edificio Central de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales fue el escenario donde la comunidad universitaria manifestó sus condolencias por la pérdida de un gran ser humano y un hombre que llevó siempre a su Alma Mater en el corazón. El Dr. Eduardo Bautista Martínez, Rector de la UABJO, lamentó profundamente la pérdida del maestro Rubén Vasconcelos, cuyo nombre está íntimamente ligado a la universidad, no sólo por su formación sino por su contribución académica y administrativa a su consolidación y progreso. Recordó que se forjó en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado de Oaxaca, cursando sus estudios en la entonces Escuela de Comercio y Administración, donde fue catedrático y después director. En 1971 fue nombrado Rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, pocos meses después de lograr la autonomía. Durante su gestión recibió la donación de 40 hectáreas de terreno por ejidatarios de Cinco Señores, espacio donde hoy se ubica Ciudad Universitaria. Además promovió la creación del Instituto de Investigaciones Sociológicas. En presencia de Ex Rectores, Secretarios, Directores e integrantes de la Asociación de Ex alumnos del Instituto de Ciencias y Artes, su hijo Juan Pablo Vasconcelos Méndez, expresó: “Acudimos hoy a tu querida Universidad, porque sabemos que aquí se cimentó tu trayectoria, siempre le fuiste leal, quizá porque a pesar de ser un hombre de origen sencillo, te formó como un ciudadano ejemplar y te hizo rector”. Del mismo modo, comentó que el maestro siempre apostó por la Educación Pública como la única esperanza de los desamparados para dejar de serlo y nunca perdió la fe en ello. Con gran orgullo, habló de su padre como un ejemplo para miles de jóvenes que asisten a diario a las aulas universitarias queriendo abrevar la posibilidad de un futuro mejor; espacio donde el estudiante más humilde debe saber que con esfuerzo y trabajo puede convertirse en símbolo de una ciudad o de una época. Y concluyó: “Es aquí donde te quedas padre, te quedas intocable pero presente, inaudible pero inmortal, invisible pero indudable, como el espíritu universitario, como todas las grandes voces que forjan la historia de grandes generaciones”. De esa forma, los universitarios dieron el último adiós a un gran hombre que hizo mucho por su Universidad, que siempre creyó en ella, por el gran respeto que siempre le guardó y porque nunca, ni aún en los momentos más difíciles, perdió la fe en ella.