Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca.- El crítico de cine, Roger Koza, invitó a la o al espectador renuentes, a correr el riesgo de disfrutar los Festivales de Cine como una forma de salida a su zona de confort y abrirse al conocimiento así como a palpar nuevas formas de ver al mundo a través del cine.
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Foto/OaxacaCine[/caption]
Al iniciar la noche de este lunes, el Festival de Internacional de Cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (FICUMAN) con la proyección de la primera película,
Justo ahora, mal entonces, Koza hace una reflexión sobre el miedo a conocer otro tipo de cine y acercarse a proyectos como CineOaxaca, al ofrecer esta experiencia que solo suceden en grandes capitales del mundo.
Invitado por Isabel Rojas y Rigoberto Pérezcano para dictar una conferencia en el marco del FICUMAN 2016, el crítico argentino manifestó que la formación de públicos para el cine no comercial es un tema complejo que precisa de la insistencia, perseverancia, continuidad y la mayor generosidad de actos comunicacionales para motivar la curiosidad del espectador.
Alabó que en OaxacaCine, pasen estas y otra una cantidad de cosas con rareza insólita en un lugar tan alejado de las grandes capitales cinematográficas.
¿Cómo llamar a las o los espectadores que ven con miedo los festivales?, se le cuestionó
A ese espectador que tiene miedo, que rechaza, que no le gusta y que considera que un festival de cines es meramente un acto intelectual, le diría que en esta edición del FICUNAM, las películas la pueden ver cualquier persona.
“A ese espectador renuente a este tipo de experiencia, le quiero decir que lo que está en juego es la expansión de su experiencia no solamente cinematográfica por el cine es otra forma de ver diferentes modos de vida. Uno puede apreciar lo que viven otra personas, qué creen; qué desprecian, que creencias o qué sistema de valores tienen. Eso en una pantalla es as fácil de percibir y es una forma de interrogarse de cómo mira su propio mundo”.
Y agrega:
"Entonces el cine te da esto. Además es una forma de interrogarse sobre cómo se está parado y cómo miras tu propio mundo".
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Foto/OaxacaCine[/caption]
Roger Koza con voz pausada, explica de dónde vienen los temores de disfrutar de un cine diferente a las grandes producciones de Hollywood o de otras potencias cinematográficas:
“No todos queremos poner en juego nuestro conjunto de relaciones y mundo de confort simbólico, pero eso a la vez es bastante aburrido vivir siempre en el mismo espacio, ideológicamente hablando, Es estar siempre viviendo con lo mismo en defensa de un conjunto de certidumbres que se tienen. Esos o aquellas que no quieren poner en juego su mundo y su sensibilidad, probablemente seguirá viendo El renacido.
De ahí que Koza describa la esencia del cine que vale la pena vivir:
“Considero, sin embargo habrá alguno que otro, y creo que como en el caso de OaxacaCine son muchos más, los que podrán tener una inquietud como la única manera de no repetir hasta el hartazgo la vida propia , es decir, condenarse al aburrimiento eterno, es abrirse a otras formar de entender el mundo, y eso es el cine, no es otra cosa.
Koza dio a conocer que esa filosofía, fue la que entendieron quienes en la década de los sesentas, concibieron la idea de la cinefilia.
“Que no era solo mirar películas, sino ver otra forma de ver y conocer el mundo a través el cine”.
Recordó que en ese entonces, el director de la Cinemateca francesa, Henri Langlois sostuvo que el cine es la universidad es del pueblo, “con lo que coincido porque la única forma de hacernos más libres coincido con ese es el conocimiento y el cine es esa forma posible y amble de acceder a ello”.
Sin embargo, Roger Koza con una experiencia excepcional en el conocimiento del cine, se muestra respetuoso de aquello que aun no se atreven a descubrir la maravilla de vivir la experiencia libertadora cine-conocimiento:
“También es respetable que existan personas que prefieran el costado seguro del mundo y de sus propias vida, pero se sufre mucho en un espacio tan pequeño”, sentenció.
Hoy en el FICUMAN 2016
Teatro Macedonio Alcalá 19:00 horas
Oaxaca Cine
Right Now, Wrong Then está dividida en dos partes prácticamente iguales; incluso los títulos iniciales se repiten cuando todo recomienza al paso de una hora. Dos personajes principales, algunos secundarios y un par de lugares públicos conforman el film: un templo, un bar, un restaurante, un auditorio universitario, un callejón y una calle. El tema es el de siempre: el deseo, y en tanto tal, el deseo articulado en el habla cotidiana y en el intercambio verbal y no verbal entre
hombres y mujeres (de una clase específica). El veredicto es también el mismo: la comunicación entre los hombres y las mujeres es amablemente defectuosa, fallida, y por eso potencialmente cómica.
El argumento está constituido por una situación mínima, de la que se predica una dilación y un conjunto de variaciones sobre breves momentos. El método narrativo en Hong consiste en retardar la premisa inicial que debería desarrollarse para alcanzar alguna resolución. Aquí se trata de un cineasta que llega un poco antes a la ciudad de Suwon por motivos profesionales: dar una charla frente a alumnos de cine después de que se exhiba su última película. Para pasar el tiempo, Ham Chum-su decide visitar un templo. En la sala destinada a las bendiciones conoce a Yoon Hee-jun, una joven hermosa que desea convertirse en pintora. Recién comienza, o al menos eso dice. Después de hablar un poco en el templo se irán a tomar algo, de allí visitarán el atelier de ella, luego cenarán, más tarde visitarán a unos amigos de ella y finalmente Chum-su acompañará a Yoon hasta su casa, en donde vive aún con su madre. Al otro día tendrá lugar la conferencia.
Los detractores dirán que es más de lo mismo. Pues bien, es hora que sepan que Hong se ha especializado en filmar la repetición como estructura cinematográfica y antropológica. La liviandad de sus películas es de una profundidad extrema. La repetición es uno de los temas más delicados y difíciles para tratar, porque lo que parece siempre lo mismo tarde o temprano deriva en algo inesperado, una endeble transformación que solamente la paciencia del cineasta puede llegar a encuadrar. -Roger Koza,
#FICUNAM6