Lilia TORRENTERA G.
Oaxaca.- La empresa de distribución de medicamentos Dipromed dio a conocer que la persona que fue linchada en San Vicente del Mar era uno de sus agentes de ventas en la zona del Istmo de Tehuantepec e informó que confirmó con las autoridades municipales tanto su identidad como sus antecedentes laborales que lo avalaba como una persona trabajadora y honesta.
En una carta a la opinión pública, la empresa defendió a Jesús Guillermo López González de las acusaciones aún infundadas en medios de comunicación sobre su presunta participación en un intento de secuestro de una menor en esa comunicad istmeña.
En la misisva los representantes de la distribuidora farmacéutica detallaron que autoridades municipales, sin identificarse, llamaron a la matriz para corroborar la identidad de López González y darles a conocer los hechos de los que lo inculpaban.
Incluso la empresa narra que llamaron a sus clientes para que fueran a dar testimonio de la conducta del trabajador y que las autoridades y abogados esclarecieran los hechos en los que se les involucró cuando presuntamente una menor lo señaló de ser uno de los hombres que trató de secuestrarla la mañana de este sábado.
A continuación la carta de la empresa deslindado a su trabajador de las acusaciones de las personas que participaron en su asesinato y las versiones periodísticas que dañaron su integridad moral.
Aún con la consternación e impotencia que a toda la Familia Dipromed nos embarga por el sensible fallecimiento de nuestro hasta hoy compañero JESÚS GUILLERMO LÓPEZ GONZÁLEZ, nos encontramos además ante una situación de exposición en noticias publicadas en internet y redes sociales, que aunque anteponen la palabra “presunto responsable”, muchas personas, como los responsables de quitarle la vida a Guillermo, emiten un juicio sin conocer a la persona y peor aún, sin tener certeza de la acusación.
Memo, como todos lo conocíamos, tenía más de 10 años de colaborar con nuestra empresa de distribución farmacéutica. Fue un compañero comprometido con lo que le tocaba hacer, muy dispuesto, responsable y trabajador. Pero destacaba aún más por sus demás virtudes: era un amigo valioso para muchísimas personas, un hijo cariñoso que siempre estaba pendiente de sus padres, estaba felizmente casado desde hace más de 17 años y padre excepcional de 3 hijos.
Recorría semanalmente la zona del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca porque Memo era el agente de reparto de nuestra distribuidora.
Hoy, aproximadamente a la 1:00 pm, en la línea telefónica de nuestras instalaciones, recibimos una llamada de la población de San Francisco del Mar, Oaxaca. Quien hablaba dijo, sin decir su nombre, ser autoridad en esa localidad y comentó que llamaba para confirmar que Memo laboraba para nuestra empresa, ya que tras la alerta que se activó en su zona acerca de un presunto secuestrador, detuvieron a Memo a bordo de nuestro vehículo de entrega y reparto, y que coincidía con las características reportadas. Nos pidió que se corroborara su legítima pertenencia a nuestra empresa y así lo hicimos, nos pidió que le proporcionáramos nombres de clientes de esa población y también cumplimos.
Se dispuso establecer contacto con nuestros clientes para que también ayudaran a confirmar su identidad y honesta labor para justificar la presencia de Memo en esa localidad.
Sin embargo, en los minutos que duró la llamada y la conversación, nos dijo que había una multitud enardecida que exigía la liberación del detenido para castigarlo.
En Dipromed se alertó a los Representantes de Ventas y Supervisores presentes. Todos acordaron que era necesario trasladarse a esa población para intentar hacer entrar en razón a la multitud que superaba por mucho, a decir de la persona que nos llamó, a los tres policías disponibles.
La llamada se cortó y minutos después, recibimos una segunda llamada de una persona que tampoco se identificó, pero que nos dio la trágica noticia: la multitud irrumpió la dependencia donde tenían detenido a Memo, lo torturó y asesinó cobardemente.
Consideramos necesario emitir este mensaje para ser una voz entre todas las que lo juzgan como culpable, y peor aún, las que se alegran por lo sucedido. Nos aterra pensar que existen personas que tomaron en sus manos una acción tan vil, pero también nos aterra ver comentarios tan irresponsables y tan faltos de consideración alguna para con los familiares de Memo.
Quienes lo conocimos, convivimos y trabajamos con él, estamos seguros que las acusaciones tan dolorosas serán aclaradas.
Descansa en paz Memo, que Dios te bendiga y que de pronta resignación a tus seres queridos.
La Familia Dipromed. Via:ARO