Oaxaca.-Aunque todavía no se conocen las deudas totales, los ex gobernadores de Chihuahua, Nuevo León, Veracruz, Sonora, Quintana Roo, Tamaulipas y Durango terminaron gestiones con dos factores en común: dispararon los pasivos con bancos y son señalados de corrupción.
En 2010, César Duarte llegó al poder en Chihuahua. Ese año, el Gobierno estatal adeudaba 11 mil millones de pesos, pero en septiembre pasado la cifra se incrementó a 46 mil millones. Rodrigo Medina, quien arribó a la gubernatura de Nuevo León en 2009, encontró un pasivo por ocho mil millones y lo creció a 37 mil millones de pesos.
En la tercera posición está el más polémico:Javier Duarte, de Veracruz: llegó con 19 mil millones y, dos semanas antes de que solicitara licencia, sumaba 41 mil millones de pesos.
Cuando Guillermo Padrés fue gobernador de Sonora la deuda pasó de cuatro mil a 17 mil millones de pesos, aunque es el único en la cárcel por operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal.
Roberto Borge (Quintana Roo), Egidio Torre Cantú (Tamaulipas) y Jorge Herrera (Durango) se suman a la lista. Cuando llegaron los siete, sus administraciones estatales debían a los bancos 61 mil millones y se fueron con pasivos por 180 mil millones de pesos.